Esta es una propuesta para compartir con tus amigos. Allí cada uno podrá mezclar sus ingredientes favoritos para disfrutar.
Un poco de la historia del patacón
La palabra patacón viene del árabe ‘batakká’, nombre que se asocia directamente con las monedas que se usaban en el medioevo y que dieron origen a la forma de uno de los alimentos más ricos del mundo gastronómico: el ‘patácca’ o patacón. Esta comida hecha con trozos aplanados del plátano es uno de los platos más tradicionales de América, principalmente de Colombia, Venezuela y Costa Rica, y es considerada como: la Musa paradisiaca.
En la gastronomía es llamado de muchas formas: patacón, tostón, tachino, frito; y es el acompañante ideal para las comidas de mar. Su preparación es sencilla y no requiere de mucha elaboración, por eso ha sido elegido por chefs para emplatar, provocar y deleitar a sus comensales. Con el paso del tiempo ha logrado consolidarse no solo como uno de los ingredientes más importantes de la cocina del Caribe colombiano, sino porque también ha cobrado gran relevancia en el mundo musical, teniendo una canción que le rinde homenaje a su exquisitez.
Preparación
Cortamos los vegetales en julianas y salteamos en la sartén con aceite de oliva, empezando con el pimentón, luego la cebolla y finalizamos con el tomate. Agregamos las hierbas, orégano, tomillo y una pizca de sal-Reservamos cuando ya estén cocidas, pero no blandas, deben quedar al dente.
Cortamos la carne en julianas, sazonamos con el ajo, aplastando varias veces hasta que quede en pasta. La sal y la pimienta la salteamos a temperatura media alta en la misma sartén, e incorporamos la salsa inglesa. Reservamos.
Pelamos el aguacate, lo hacemos puré y agregamos un chorro de limón para que no se oxide, lo ponemos en una ramequin o taza pequeña y decoramos con cilantro picado por encima.
Pelamos el plátano, lo partimos por la mitad y luego en cuartos. Inmediatamente, lo adobamos con sal y con un diente de ajo en mitad, untándolo ligeramente. Lo freímos en aceite hasta que esté dorado, los retiramos, escurrimos y aplastamos con ayuda de una tabla o plato.
Usamos una bolsa o vinipel para que no se peguen, freímos nuevamente y los sacamos cuando estén dorados, los ponemos en servilleta de papel para quitar la grasa, los servimos en un plato y alrededor las demás preparaciones, para que cada comensal pueda armar al gusto su montadito de plátano verde.
Mónica Díaz
Fuente: El Espectador
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