A la hora de compartir y de establecer contactos sociales se suele pensar en reunirse en torno a una comida. Pero es bastante común que la gente no quiera ir a un restaurante concurrido y que tampoco quiera dedicarse a cocinar en su casa sin tener algo a cambio. Para estos casos existen unas modalidades gastronómicas muy divertidas y muy de moda.
Kitchesurfing es una empresa Norteamericana que tiene sede en varias ciudades incluidas ciudades europeas como Berlín y que tiene una plataforma para ofrecer servicio de chef a domicilio. Su objetivo básico es tomar un recurso subutilizado - que en este caso es el talento culinario- y encontrarle un lugar donde se le necesite, conectando a la gente con chef locales quienes van a sus casas a cocinar. El nombre de la empresa deriva de ese concepto de llevar a un chef y una propuesta culinaria a un sitio que no sea un restaurante. Y que el comensal tenga la oportunidad de “surfear o escoger” entre una gama de propuestas En este tipo de experiencias los comensales disfrutan de privacidad, puede expandir su fiesta el tiempo que deseen, escogen un chef y un tipo de comida a su gusto y adaptada a sus necesidades. Esta modalidad gastronómica es muy enriquecedora tanto para el cocinero como para los comensales. Con frecuencia cuando no se es el propietario o cocinero director de un restaurante los cocineros suelen sentirse restringidos en realizar sus propias creaciones y conceptos culinarios. Muchos cocineros que trabajan en restaurantes se ven normalmente limitados en interactuar con los clientes. El Kitchesurfing abre posibilidades para una comunicación interactiva entre cocinero y comensal. El cocinero puede enterarse de quienes son las personas para quien va a cocinar, cuáles son sus gustos sus motivaciones, sus profesiones, sus ideas de la vida y de la cocina. Así mismo las personas que contratan este tipo de servicio se sienten contentas de tener a un chef en su casa y de descubrir que los cocineros son personas reales y que tienen una historia que contar. Por otro lado puede resultar pedagógico dado que muchos cocineros van explicando las recetas que medida que se van preparando. Obviamente hay casos donde se contrata un cocinero para un grupo que tiene una reunión importante y formal y en donde la necesidad central está en ser bien atendido en privacidad y no hay un interés particular en interactuar con el equipo de cocina.
El mealsurfing también es una forma de comer en una casa, pero en este caso el sistema se basa en que el anfitrión de la casa es quien organiza y prepara la comida: la idea es que muchos apasionados por la cocina y que no quieran dedicarse a ella por oficio puedan eventualmente ofrecer algunos platillos en su propia casa y transformarla en un “restaurante por un día”. Normalmente el cocinero en cuestión publica por las redes el menú, los costos, las horas y las condiciones. Es una experiencia interesante dado que se pueden reunir varias personas desconocidas en torno a una mesa y a un menú para compartir, es decir es una forma de establecer contactos sociales motivados por el tema gastronómico. Es una manera además de disfrutar de auténtica cocina local, preparada por gente de lugar y de conocer gente nueva. A estas experiencias se le pueden sumar otros temas complementarios como música, arte y literatura. Es un sistema que en cierta forma implica un riesgo, pues se trata de recibir desconocidos en tu casa. Pero en algunos países como Argentina se puede buscar asesoramiento a través de compañías como una llamada CookApp, que trabaja con este tipo de gastronomía en temas como desde verificar que el anfitrión cumpla ciertas condiciones como cocinero así como del lugar donde se realizará la comida, por ejemplo situación sanitaria, limpieza de lugar, espacio, número de comensales que se puedan atender, utensilios de cocina disponibles, etc.
Según Ferran Adrià una de las nuevas tendencias culinarias está precisamente en generar espacios menos formales donde la gente puedes conocerse, sentarse junta, interactuar y compartir y sobre todo sentirse alegres.
Recientemente en Mérida ( Venezuela ) algunos grupos de amigos estuvimos experimentando un mealsurfing piloto, como práctica, que prontísimo será un proyecto definido a formalizar, Fueron cenas muy interesantes, donde cada anfitrión –familia, presentó su menú con todo un contexto histórico, de vivencia personal y de sentimientos, detalles de los platos preparados, rica conversación y sobretodo la sorpresa de conocer tanta gente que cocina riquísimo que podría dar su aporte ocasional a la oferta culinaria de nuestra ciudad, bajo la guía por supuesto de personas con más experiencias en el servicio.
Los invito pues a si es posible en el lugar donde vivan buscar un cocinero que vaya a tu casa y cocine y que interactúe contigo o si hay algún tipo de mealsurfing que lo experimenten, bien sea como comensal o como cocinero, conozco mucha gente que cocina bien, son buenos anfitriones y que estaría encantada de participar de una actividad con este concepto. Es una forma de vivir el 4 de bastos y con toda seguridad si de vez en cuando lo hacen, serán personas más alegres, más relajadas, dispuestas a la experimentación y conocer gente nueva.
Valentina Inglessis
No hay comentarios. :
Publicar un comentario