¡Ok amigos, vamos a quitarnos la careta! Esta bebida que nos une cada mañana, que nos hace levantarnos todos los días, que nos acompaña en toda la jornada y que cada martes comparto con ustedes en El Gourmet Urbano a la que llamamos café, contiene cafeína. La cafeína es un alcaloide de color blanco, de sabor amargo y en forma de cristales que actúan como un psicótico estimulante. La cafeína fue descubierta en 1819 por el químico alemán FriedrichFerdinandRunge, quien le acuñó el término Koffein. En español se le conoce como cafeína y es una sustancia que básicamente se encuentra en el café; aunque también en el té, el cacao, el chocolate y los refrescos como las bebidas cola y el guaraná.
¿No todo es malo verdad? Ni tanto, todo depende de las dosis diarias de consumo, ya que la cafeína es un estimulante del sistema nervioso central y puede generar somnolencia y ciertos estados de alteración. ¿Sonó aún peor? No creo.
Hay mitos, infinidad de mitos acerca de la cafeína. El más conocido es el famoso “si me tomo ese café no podré dormir esta noche” ¡Falso! La máxima concentración en la sangre se alcanza entre los 30 y los 45 minutos de haberla ingerido, y a las 3 horas ya se ha eliminado la mitad de lo que se absorbió. ¿Ven que ni tan malo?
Pero como ya hemos comentado, todo depende de la preparación. Un café espresso (¡ahhhhhh, un buen espresso!) contiene apenas 35 mg. de cafeína, un refresco cola unos 50 mg., un café americano (colado o en prensa francesa) contiene entre 70 y 90 mg., el té negro no contiene cafeína, pero aporta 100 mg. de taolina. Entonces, ¿cuán mala es la cafeína?, depende de las cantidades que tomes.
Hay una parte de la cafeína que es atribuida solamente al tipo de grano. El Café Arábica contiene entre un 0,9% al 1,7%, y el Café Robusta contiene entre un 1,6% al 2,8% . Esto es debido a las condiciones de cultivo. El Café Robusta resiste más tiempo en el arbusto, por lo que madura más, por decirlo de alguna forma, y logra concentrarse hasta el doble de cafeína.
Evidentemente, la cafeína produce adicción, incluso hay personas que no pueden vivir sin cafeína y una dosis de unos 50 mg. al día ya ni le afectan. Yo llego a tomar hasta 8 espressos al día. El otro día se entabló una discusión interesante en twitter: alguien estaba apoyando noches de sueño profundo ya que no toma café y entre mi amigo y colega Paramaconi y este servidor le hicimos saber que no dormimos porque estamos escribiendo sendos artículos para El Gourmet Urbano, asunto que nos toma varias noches, pero no por el exceso de cafeína.
Pero no todo es tan malo. Como ventaja, a la cafeína se le atribuyen propiedades diuréticas. Tanto la cafeína como la teofilina provocan disminución del flujo sanguíneo cerebral por vasoconstricción, lo que alivia las cefaleas. La cafeína estimula la secreción de saliva y de los jugos gástricos y favorece la digestión. Otro beneficio interesante es que el consumo de café reduce considerablemente la aparición de cálculos biliares, de acuerdo a un estudio publicado en junio de 1999 en el Journal of the American Medical Association.
Como siempre les he dicho, decidan como les gusta el café, qué preparación es la que más les agrada, y como sucede con todas las cosas en este mundo: todo en exceso es malo.
Hasta la próxima
¡Café y Vida!
Pietro Carbone
Barista
http://carbonespresso.blogspot.com
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