Muchas veces nos deleitamos con los vinos espumosos como aperitivo, ya que ese carácter chispeante y refrescante parece preparar el apetito para el curso de una comida. Sin embargo, al finalizar un buen almuerzo o una buena cena y junto con el postre, también puede haber la ocasión de descorchar un espumoso. Como decía Napoleón Bonaparte: “El Champán en la victoria se merece y en la derrota se necesita”
Así que vimos este brazo gitano de manzana y recordamos uno de los mejores estrenos en los anaqueles venezolanos durante el año 2010, el sparkling de Casillero del Diablo, de la gigantesca Viña Concha y Toro. Los aromas de manzana y levadura se acompañan suavemente, haciendo el final de una comida una experiencia que hace que uno desee que el tiempo se detenga.
¡Salud y buen provecho!
Fernando Franz
Chef
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