Gracias a mis intervenciones en Twitter, han pedido que escriba para el Blog El Gourmet Urbano y me resultó grato decir que sí y aprovechar esta plataforma para acercarme a ustedes y convertirme, orgullosamente, en la vocera de los vinos chilenos. Una tarea que tiene, como todo en esta vida, un lado simple y un lado complejo, o como sería en términos vinosos, un blanco y un tinto. Lo simple es que, tras 15 años vinculada a la promoción del vino chileno, tengo en mi cabeza cientos de ideas y temas que me gustaría darles a conocer. Lo complejo es tratar de ser objetiva y dejar de lado la pasión que siento por este producto chileno y la admiración que tengo por todos los profesionales que hacen posible el desarrollo de esta industria, y que permite llevar a Chile a la mesa de miles de consumidores en todo el mundo.
Muchos de ustedes han de saber que Chile ocupa el primer lugar en la relación producción – exportación de vino, lo que representa un desafío constante para mantener las ventas y posicionamiento en cada destino. Mi trabajo diario tiene relación con la promoción del vino chileno a nivel internacional, lo que implica tener un contacto permanente con todas las viñas y su oferta exportable para organizar ferias y eventos que permitan acercar estos productos a los importadores, distribuidores y a la prensa, quienes a su vez harán la misma tarea a nivel de sus clientes y lectores.
Hoy aprovecharé este escenario para darles a conocer parte de mi análisis de esta industria, pero en futuros artículos invitaré a enólogos, sommeliers, periodistas, encargados de negocios de viñas grandes y pequeñas, tradicionales y nuevas para que ustedes puedan nutrirse de sus experiencias y conocimientos.
Sirvámonos una copa
El mercado mundial está lleno de altos y bajos, pero afortunadamente, ni las crisis financieras mundiales, ni las catástrofes naturales que han afectado a este país han sido excusas para poner freno a los avances de la industria de vinos en Chile.
Chile es uno de los grandes exponentes del Nuevo Mundo (NewWorld Wine) y no se detiene para ofrecer sus avances en materia de producción, vinificación, tecnología, capacitación, sustentabilidad y un largo etcétera con el que quiero reflejar que somos una industria relativamente consolidada, pero en constante proceso de investigación y desarrollo para ofrecer a los consumidores lo mejor de nuestra tierra.
Una de las frases que mejor nos caracteriza a los chilenos es que nuestro país es una larga y angosta faja de tierra, y sin ser una isla podemos acercarnos bastante a esta condición, lo que nos favorece en el desarrollo agrícola; en el norte nos cuida del ingreso de plagas el Desierto de Atacama (uno de los más áridos del mundo), al sur los hielos eternos, al este la Cordillera de los Andes y al oeste el Océano Pacífico. Nada mal para un país que basa parte de su economía en la producción y exportación agrícola, destacándose productos como las manzanas, nectarines, cítricos, uvas y, por supuesto, vino.
La industria vitivinícola chilena aprovecha las inmensas ventajas naturales (suelo, temperatura, concentración de lluvias) y la visión de los expertos del sector para innovar en diversos aspectos que han permitido el desarrollo de estos nuevos vinos. Hasta hace un par de años las viñas se localizaban solo en la zona central del país - entre las regiones V y VII- y se plantaban las vides en superficies planas. Hoy, la industria ha incorporado a su distribución geográfica nuevas zonas productivas al norte y sur del país. Igualmente podemos encontrar viñas en sectores costeros, muy cerca de la playa, o plantaciones en altura, trepando por entre los cerros de la precordillera.
Sumemos a la diversidad geográfica la participación de nuevos productores de diverso tamaño, el desarrollo cada vez mayor de nuevas variedades y la elaboración de mezclas que dan un renovado aire a este tradicional sector, con un estilo que ha sido capaz de competir con los más grandes del mundo.
No queda duda que Chile tiene mucho que dar y que somos un país que está en ese proceso de sacar el mejor provecho a lo que la naturaleza dejó en nuestra tierra para compartirlo con ustedes y con el mundo.
¡Salud! y hasta la próxima.
Paola Vásquez
Coordinadora Nacional de Vinos
Prochile - Chile
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