Todas las semanas recibo emails, dms, sms, de amigos, clientes o conocidos preguntándome sobre qué máquina para café espresso deben elegir. Yo les respondo inmediatamente con otra pregunta: ¿Cuál es tu presupuesto? Hoy en día la variedad es enorme, aunque en Venezuela por múltiples razones no disponemos de esta variedad, con muchos rangos de precios.
Evidentemente, el primer factor del precio es la marca, las piezas y la calidad con que están elaboradas establecen el costo. Pero descartemos esto y hagamos un análisis un poco más subjetivo, dejemos de lado la marca, el diseño y hasta la nacionalidad.
Lo primero que les sugiero es que identifiquen la potencia de la máquina; es decir, las baras de presión de la misma. Un buen espresso requiere lo mínimo 12 baras para una extracción perfecta. Hoy en día veo, con enorme satisfacción, que la mayoría de las máquinas para la casa indican las baras de presión, lo que significa un buen indicio hacia el buen camino para tomar mejores espressos cada día.
Anteriormente, las máquinas espresso para la casa, en especial las de corte americanizado, traían toda la presión enfocada en el capuccinador, cosa que permitía obtener una espuma en la leche que resultaba poco agradable ante ante el deficiente en el café espresso. Gracias a Dios, eso ha cambiado.
Hablando del capuccinador, les sugiero que verifiquen si la lanceta es de plástico, cosa que no nos sirve de mucho. Tiene que ser de acero. La mayoría de las veces quito esta pieza y trabajo directamente con la lanceta. Estas piezas lo que hacen es seguir exagerando la montada de la leche, cosa que se puede lograr de una manera perfecta haciéndolo de la manera adecuada.
Otra cosa en la que debemos fijarnos es en el tipo y cantidad de filtros que acompañan la máquina. Me parecen adecuadas las que traen 2 filtros (una para un espresso, que carga aproximadamente 8 gramos; y otra para dos espressos, que carga cerca de 14 gramos) y una tapa ciega para el mantenimiento y limpieza.
No debemos dejar de echar un vistazo a la capacidad del tanque de agua. Esto es lo que nos dará más o menos autonomía. Normalmente, los tanques no superan el 1.5 litros de capacidad.
De aquí en adelante comienzas los “detallitos” que encarecen un poco la máquina, por ejemplo el calienta tazas. La mayoría se están diseñando para poder colocar las tazas en la superficie y éstas se mantengan calientes. Si la máquina no viene equipada para esto, sencillamente calienten las tazas con un agua caliente y listo, solucionado el problema.
Los acabados también encarecen la máquina; por ejemplo, el acero inoxidable, los cromados, los accesorios como los pisa café, algunas automáticas que incluyen un molino, entre otros acabados que lucen bien a la vista pero no mejoran el sabor ni la calidad del café. Lo importante es que la máquina tenga lo fundamental para obtener un buen espresso que dependerá también del café y de la técnica para prepararlo.
En una próxima entrega haremos un examen de las cafeteras que encontramos en el mercado caraqueño, para hacer una relación entre la la calidad del café con el precio de las máquinas.
Hasta la Próxima
¡Café y vida!
Pietro Carbone
Barista
http://carbonespresso.blogspot.com
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