Lograr que nuestros hijos tengan hábitos de alimentación saludables es sin duda un reto que enfrentamos todos los padres, especialmente en esta época donde la oferta de chucherías y comida chatarra es amplia y muy tentadora... ¡y peor aún, si al niño no le gusta comer!
Conversando con otras mamás he escuchado las historias más variadas acerca de cómo hacer para que los niños coman. Unas son divertidas, otras insólitas, algunas parecen tragicomedias y muchas otras películas de terror. Lo que es común en ellas es el conflicto en torno a la comida, que termina en muchos casos resolviéndose a favor del niño cuando "para no pelear más" termina almorzando todos los días nuggets con papitas o pasta con salchichas "porque es lo único que le gusta"
Las mamás de los niñitos “mala boca” hacemos las cosas más insólitas para que ellos coman: ofrecerles juguetes, dejarlos ver tele mientras comen, darles otra oportunidad, castigarlos, recalentarles la comida millones de veces hasta que se la coman, amenazarlos, ¡darles otra oportunidad!, premiarlos con chucherías, darles la comida en la boca, ¡darles otra oportunidad! Yo pasé por todas esas situaciones hasta que un día me di cuenta que lo que dice la literatura sobre el tema es verdad: el momento de la comida no puede ser desagradable, lleno de regaños, llantos y amenazas, a nadie le gusta comer llorando, ni siquiera a los que si les gusta comer.
Fue una situación de necesidad la que me obligó a ingeniármelas para lograr que mi Natalia comiera "alguito" y que ese poquito que comiera fuera saludable, pero sobre todo que comiera feliz y nos dejara comer felices a los demás también.
Así comenzaron las comidas decoradas en mi casa, que unos días funcionan mejor que otros, pero en líneas generales me han ayudado a que la hora de la comida dejara de ser un momento pesado.
Esta estrategia ha sido mi tabla de salvación (y creo que también de sus maestras). Funciona muy bien, no sólo con los niños inapetentes sino también con aquellos que por alguna condición tienen dietas especiales cuya lista de alimentos permitidos suele ser restringida. Es también útil para aquellos padres cuyos hijos "comen muy bien" pero no se animan a probar vegetales o alimentos nuevos.
Ahora bien, ¿qué hacer entonces para lograr que nuestros muchachitos se alimenten de manera saludable y feliz? Es necesario tener en cuenta que:
- Una alimentación saludable comienza con unos hábitos saludables y alimentos balanceados, y con todos en casa comiendo lo mismo.
- No darse por vencido. Hay días buenos y otros no tan buenos, pero siempre es importante tener la constancia suficiente para ofrecer a los niños alimentos nutricionalmente de calidad a diario, aunque a veces nos provoque tirar la toalla. Antes de preparar la comida, pregúntate que clase de vitaminas, proteínas o minerales aporta ese plato a tu hijo.
- Evita las chucherías y teteros entre comidas, pues si la barriguita está llena de chucherías no tendrá espacio para la comida saludable. Una merienda es suficiente a media tarde, no más.
- Anímate a decorar los platos con figuras y animales que les gusten. Aprovecha los personajes de sus cuentos y películas favoritas. No es necesario ser un chef destacado para preparar estos platos, es suficiente cocinar balanceado y con conciencia; para ello puedes ayudarte con cualquier libro de recetas, incluso con las que aparecen en internet. El arma secreta son los cortadores de galletas y moldes con los que hacer las figuritas. Una vez lista la comida, créeme que no toma más de cinco minutos, ¡sólo cinco minutos para comer en paz!
El Almuerzo de Natalia |
El menú que les presento hoy es:
- Delfín: croqueta de atún horneada (hice la croqueta de Natalia en forma de hamburguesa, y cuando estuvo lista la corte con el molde de delfín)
- Mar: Puré de papas, separé el de Natalia y le agregué una gota de colorante vegetal
- Algas: Acelgas sudadas.
- Corales: Tomate picadito.
- Estrellas de mar: Plátano dulce.
- Además cremita de auyama y papelón con limón.
Suerte con el intento y feliz semana para todos
Nadyra Muhammad
Psicopedagoga y la mamá de Natalia
Bitacoras. com: gastronomia, salud, comida saludable
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