El Gourmet Urbano: Alex Arcas (@emocionalex): Versatilidad Creativa

domingo, 19 de junio de 2011

Alex Arcas (@emocionalex): Versatilidad Creativa



Existe dos ventajas de tener una vida simple, que sabes que es tu vida, y a quien le puedes permitir el ingreso, dos desventajas, que si no eres versátil con ella, la monotonía y la rutina irán de la mano siempre contigo. Luis Gabriel Carrillo Navas  



    Es época de mangos, y toda la ciudad de Caracas está llena de matas con cientos de racimos de esa fruta pidiendo a gritos entrar en las cocinas para ser reconvertidas en jaleas, mermeladas y jugos. Desde hace varios años he considerado el mango como uno de los productos más versátiles de la cocina. Pocas frutas dan tanto juego en el proceso de maduración. Romper el paradigma de la fruta dulce, no es tarea fácil, y por ello, vengo insistiendo en mis menús con su transformación en platos que no sean postres. No se trata de darle el papel secundario en una ensalada para aportar notas dulces, sino en un protagonismo que, por azar o gusto del comensal, se ha hecho patente. Cuando diseñé mis cubos de atún marinado con falso risotto de mango verde jamás pensé que terminara siendo el protagonista del plato. Al final de la temporada, y ante la falta de mango verde, me vi en la obligación de reconvertir el plato en otra cosa totalmente distinta, acudí a uno de los platos más versátiles de la gastronomía española: el gazpacho. Así surgió el gazpacho de mango con tartar de atún , los mismos ingredientes pero trabajados con técnicas muy distintas.


    Dice un refrán popular “Comiendo pan y morcilla nadie tiene pesadilla”. Tengo serias dudas sobre eso, los cocineros tenemos pesadillas a la hora de poner a la denostada morcilla dentro de nuestros menús. Otro producto tan versátil y que requiere tanta creatividad a la hora de diseñar un plato. No sólo de parrilla vive la morcilla (me salió un refrán). Así es como de un tiempo a esta parte vengo experimentando diferentes platos. Empecé haciendo un montadito de morcilla a mi manera donde después de desgrasar el embutido, añadirle especias y frutos secos le doy una textura de crema que puede ser untada en el pan como una crema de chocolate coronándola con un huevo frito de codorniz. El siguiente plato fue un bombón de morcilla y menta cubierto con polvo de cacao, y más tarde fueron unas arepitas de morcilla con salsa de manzana asada donde la crema del montadito dejaba el trigo de la rebanada de pan y se unía al maíz en la masa de tan versátil e insigne alimento. Esta última experiencia se podría enmarcar en la “cocina de ida y vuelta” pero ese será tema de otro artículo. ¿Y por qué no una morcilla de mar? Pues bien, también la hice, una morcilla de atún con salsa de manzana ácida utilizando las partes menos nobles de tan polifacético animal. Una experiencia bien interesante

    Al escuchar la palabra queso, no se tiene una idea del alcance de la palabra. En si mismo, puede ser un plato completo (en Europa se suele comer un surtido de quesos como postre) o un acompañante de la infinita arepa, pero es mucho más que eso, es pura versatilidad. Empezando por un abrebocas que ha marcado mi vida en la cocina el bombón de queso manchego con caramelo de langosta (que en pocos días estará en el mercado gourmet de Venezuela como crema para untar), la salsa de queso azul y Oporto de los dátiles rellenos de nuez con tocineta, hasta una sopa como la crema de Manchego con crujientes de chistorra. No sólo podemos hablar de la versatilidad en los platos, sino de las combinaciones infinitas con tantas variantes de queso que existe en el mundo, sabores, olores, texturas. Cabrales, gorgonzola, manchego, pecorino, parmesano, emmenthal, gruyere… ¡Infinitos!

Alex Arcas
Cocinero

No hay comentarios. :