La rueda de Prensa inició con palabras de Dali Yazawa quien nos explicaba cómo se dio este primer encuentro con Ohno en la que dos organizaciones venezolanas se comunicaron, el mismo día con él, para invitarlo a nuestro país. Esta casualidad hizo que ambas instituciones unificaran esfuerzos, sin dejar a un lado el objetivo de sus eventos, para hacer una sola gira. La misma incluye nuestra ciudad capital Caracas, Maracay, Maracaibo y Barquisimeto. En cada ciudad, Takehiro participará en diversas actividades donde nos brindará un total de más de 25 recetas repartidas entre cada una de sus presentaciones. Ninguna actividad será igual a la anterior.
Cabe destacar que en una de estas actividades de Takehiro, lo acompañará nuestro querido Omar Pereney, chef del restaurante Dalai, quienes son amigos desde hace varios años y la gran inspiración de Omar por la filosofía culinaria (y de vida) que profesa Takehiro.
Takehiro tomó la palabra para expresar su agradecimiento por la invitación. Tiene grandes amigos en Venezuela y sintió su sueño realizado de conocer parte de este país. También nos expresó que lo que le gusta es aprender sobre la cultura de la gastronomía, más que de la gastronomía, teóricamente hablando; por eso sus platos no se pueden definir porque son platos de su vida y que cuando le preguntan sobre cómo llegar a ser un buen chef, en su sencillez, simplemente dice “quien más aguanta” porque es una carrera dura que amerita una forma de pensar muy particular. No en vano Takehiro es descendiente de un Samurái y su filosofía de vida, que expresa también en su cocina, se resume en tres principios que su abuelo le enseñó: humildad, respeto y honor.
Al finalizar la rueda de prensa, tuvimos la oportunidad de realizarse una breve entrevista al chef Ohno. Nuestras preguntas se centraron en los puntos de la cocina latinoamericana como referencia mundial, la fusión culinaria y la cocina de moda.
La gastronomía latinoamericana podrá llegar a ser algún día una referencia mundial como la gastronomía japonesa?
Sí, pero hay que tener presente que la comida latinoamericana es joven y tiene mucho que dar. La japonesa tiene más de 2000 años de historia, la latinoamericana tendrá unos 200? Aún le falta mucho para llegar a marcar pauta, pero me alegra dar mi granito de arena en este proceso.
La cocina japonesa si es reconocida pero es importante entender que la cocina japonesa que se conoce aquí no es la verdadera, se fue adaptando a otros países, sí, y luego de tantos años se acepta, pero no es comida japonesa, se fue transformando y adaptando.
Es lo que llamamos fusión gastronómica. ¿Hasta que punto es buena?
Yo hice fusión por varios años pero no más. Eso fue un gran error. Preparar platos que la gente comía, que aceptaban, donde los restaurantes facturaban grandes cuentas por eso, no me hacía feliz porque para mí no era una comida rica, yo sabía que no estaba rica. Pensaba “tengo que hacer algo, tengo que hacer algo”.
Un día agarré plato de lentejas con arroz y lo estudié: el agua, el remojo, la temperatura y de allí salió el guiso de lenteja de Ohno. Un plato sencillo que marea a todos (por lo sabroso), pero es un plato rico, que me hace feliz, por eso son platos de mi vida.
Me importa que en mi cocina todos estén bien, me preocupo por el equipo. Si saludo y veo algo pregunto “¿qué te pasa?”, ¿Estás triste,cansado? Ve a tu casa”. El estado de ánimo es importante porque se refleja en la comida.
¿Qué sabores reconoce Ohno en la cocina latinoamericana que lo han marcado?
El sabor de que todo es herencia: después de 200 años aún escucho “tiene sabor italiano” y no me gusta escuchar esa palabra. Hay que dejar la pena y darle fuerza a la comida del país. Ya esos países aportaron y ya lo que hay es de aquí. Yo soy inmigrante y quiero participar en ese movimiento (consolidar la gastronomía latinoamericana). También Latinoamérica sufre aún muchos males económicos y sociales, pero deben luchar por salir adelante.
¿Cómo evitamos que el trabajo gastronómico de muchos chef se convierta solo en moda?
Moda es la cocina molecular y se acabó porque hacer diferencia no es un trabajo de uno o dos años, es un trabajo que se ve a los 10 o más. Debe ir parejo la moda y el trabajo. No desistir, luchar y aprovechar ese momento para establecer las bases y crecer.
Agradecemos a Takehiro por sus palabras, por transmitirnos parte de su filosofía, pero sobre todo, por querer formar parte de este movimiento que lentamente y con el esfuerzo de muchos se van realizando a lo largo de Latinoamérica (y en nuestro país) para que nuestra gastronomía sea fiel representante de nuestra cultura latina.
Walezca Barrios
Editora asociada
No hay comentarios. :
Publicar un comentario