Si imaginamos una torta volteada de manzana, quizás la asociamos directamente con la famosa “Tarta Tatin”, otra de las preparaciones de la pastelería que también surgió por error; sin embargo, en esta ocasión no les traigo ni la historia de esta Tarta ni su preparación.
Esta semana les traigo una torta inspirada en la Tatin con una mezcla de la Torta de piña. El principio de la técnica para acaramelar las manzanas y el molde es la misma que se usa en la Tarta Tatin; y la idea del bizcocho volteado sobre los trozos de fruta acaramelados, por supuesto, está relacionada con la torta de piña.
Para su elaboración necesitamos:
- 2 manzanas verdes.
- 100 gr. de mantequilla sin sal.
- 200 gr. de azúcar.
- El jugo de un limón
- 250 gr. de margarina.
- 2 ½ tazas de azúcar.
- 6 huevos.
- 3 ½ tazas de harina.
- 1 taza de leche.
- 1 toque de vainilla.
Para la preparación del molde, debemos colocar en éste la mantequilla y el azúcar a fuego lento para comenzar a preparar el caramelo; mientras esto ocurre procedemos a pelar, descorazonar, cortar en tajadas y cubrir las manzanas con el jugo de limón.
Una vez que el azúcar comience a tornarse color ámbar, disponemos las tajadas de manzana de manera que cubran totalmente el fondo del molde, bañamos con el jugo de limón y dejamos que se cocinen hasta que estén completamente tiernas, aproximadamente de 15 a 20 minutos.
Mientras las manzanas se van cocinando, procedemos a batir la torta siguiendo el procedimiento habitual, primero batimos la margarina con el azúcar hasta conseguir que tenga consistencia de crema. Luego agregamos uno a uno los huevos hasta lograr que se integren y la mezcla esté homogénea. Finalmente, alternamos la harina previamente cernida con la leche procurando terminar con harina.
En este momento las manzanas ya deben estar tiernas, de ser necesario podemos voltearlas para que completen su cocción.
Dejamos reposar las manzanas unos 5 minutos y, con la ayuda de una brochita, extendemos el caramelo por las paredes del molde.
Vaciamos la mezcla de la torta sobre las manzanas y horneamos a 350°/180° durante una hora o hasta que al introducir un palillo, éste salga limpio.
Una vez lista la torta, la dejamos reposar dentro del horno apagado durante 5 minutos para sacarla y proceder a voltearla, sin dejarla enfriar. Si esto sucede el caramelo y las manzanas se endurecen y se pegarían, con un resultado que ninguno de nosotros desea.
Una vez volteada, sí la dejamos enfriar completamente para luego disfrutarla con la familia y amigos.
¡Feliz horneado!
Susana Rivas
Maestra Pastelera
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