Cuando les digo Italia, ¿qué les viene a la mente? Los italianos siempre me han parecido tan vivos, llenos de espíritu, les aflora la pasión por cada poro. Son alegres, alborotados, parecen de fiesta a diario ¡contagia verlos! Dígame cuando se combinan sus paisajes, comida y vino….mamma mía….
Attraversiamo: Dícese de atravesar, cruzar en italiano. Adopté esta palabra como bandera, ícono para mis proyectos, objetivos y metas en adelante, luego de haber visto la película Comer Rezar Amar. No la había visto ¿saben por qué? Porque el título no me llamaba la atención para nada. Yo soy así. Un film me tiene que enganchar con todo: los actores, el tema y ¡hasta el título! Cuando decidí darle la oportunidad y la vi, viví con el personaje protagonista sus inquietudes, su deseo de cambio, de búsqueda, tanto porque me hago partícipe de las películas como por haber tomado la decisión de independizarme hace varios años para ejercer por mi cuenta; es decir, me había dicho: Attraversiamo. Y crucé ese puente para emprender un camino desconocido pero satisfactorio porque lo estoy construyendo yo misma día a día. Tengo mi uso particular y metafórico de la palabra. Ustedes que me cuentan, ¿L’hanno attraversato? ¿Attraverseremo?
Banfi y Giuseppe Verdi
Para invitarlos a meditar, pensar, estudiarnos, conocernos, proponernos, buscar cuál puente hay que cruzar o simplemente no hacer nada (¿dolce far niente?) y dejar que las ideas fluyan y mariposeen en la mente, escogí un caldo de la casa Banfi. La noche de su presentación marcó mi regreso al mundo de la sommeliere y los vinos (otro attraversiamo), así que tiene especial significado para mí. Y para mantener el ambiente seleccioné un aria de una ópera bellísima, La Donna e Mobile de Giusseppe Verdi, apasionada, intensa, dramática, fiel exponente del sentimiento italiano. Cuando lean el vino piensen en Italia y escuchen el aria que lo demás vendrá solo.
La bodega
“En Castello Banfi, a través de sus terroirs y todos los suelos que componen la constelación de los viñedos, sentimos la bondad de la tierra, acariciándolos y nutriéndolos para que el vino exprese su carácter en cada botella.” Destacada mundialmente por su dedicación a la excelencia y por haber marcado un renacimiento en la elaboración del vino italiano, ha sido la primera bodega en ser reconocida por su excepcional responsabilidad ambiental, social, y ética y liderazgo en atención al cliente.
Comenzó una nueva era en el Brunello, logrando atraer la atención del mundo hacia Montalcino. Pionera en la investigación de la cepa Sangiovese para producir un mejor y más consistente Brunello Di Montalcino reduciendo sulfitos e histaminas a través de una vinificación más orgánica. Los avances tecnológicos implementados están en equilibrio con la tradición y la expresión del terroir y microclima.
Al sur de la finca está el Monte Amiata, con 5.700 metros, la montaña más alta en el sur de la Toscana. Su altitud ofrece resguardo de las tormentas desde el sur, significa que las colinas de Montalcino son las más secas en la Toscana. La composición de sus suelos es predominantemente de calcio y conchas marinas, Su clima es mediterráneo con influencia marítima.
El vino seleccionado es SUMMUS 2004. Producido sólo en cosechas favorables. Las tres variedades que lo conforman, Cabernet Sauvignon (40%), Sangiovese (clon, 25%) y Syrah (35%), se elaboran por separado con maceraciones variables de 10 a 18 días. Después de la fermentación alcohólica, los vinos de variedades individuales se trasvasan a barricas donde permanecen separados durante 12 meses. Posteriormente, se mezclan y el envejecimiento de la madera continúa durante otros 8-10 meses. El envejecimiento de la botella sigue durante 6 meses.
SUMMUS 2004. Super Toscano
De color rubí intenso, es brillante, limpio, de lágrimas densas que se deslizan suavemente en la copa. Un espectáculo de caldo donde el Sangiovese aporta el cuerpo, el Cabernet la fruta y estructura y el Syrah la elegancia, el carácter y el aroma afrutado. Aromas interesantes a fruta oscura, notas mentoladas, regaliz; a medida que se deja hablar al vino se van descubriendo el café, el chocolate, nos muestra una amplia paleta aromática. La mineralidad está presente. En boca es potente, redondo y equilibrado. Dulzor y acidez en perfecta convivencia. Hace salivar, el gusto quiere seguir develando misterios. De taninos educados y largo final, es un vino para seguir conociéndolo. En esa oportunidad, la anfitriona me preguntó con quién me lo tomaría. No, no les voy a decir qué respondí, les voy a preguntar ¿con quién se lo tomarían ustedes?
La Pieza
Aria (para tenor) de la ópera Rigoletto de Giuseppe Verdi, una de las más famosas de la lírica universal.
¿Qué es un aria? Es un número musical que se canta individualmente, de extensión y unidad propia, tiene una estructura interna que empieza y acaba. Suele tener más de un tema musical. En el aria, el personaje expresa un sentimiento personal generalmente amoroso, patriótico, de desengaño etc. En italiano significa ‘aire’. Podemos decir que corresponde al monólogo en el teatro convencional.
Al principio tenían una extensión bastante corta. Poco a poco van tomando importancia dentro de la ópera. En el período wagneriano no existían como pieza individual, ya que eran parte de la ópera y la música de principio a fin. En un aria se pueden expresar varios sentimientos, a veces protagoniza la obra y la música queda en segundo plano. Como vemos, es muy variada su aplicación.
Les dejo un regalo, espero la disfruten.
La donna è mobile, aria de la ópera Rigoletto. Giuseppe Verdi (1851)
Mientras cada tenor interpreta sus notas, los sentimientos que despiertan los compases, ya sean suaves, apasionados, tranquilos, expectantes, acompañarán las sensaciones variadas que va develando el vino: curiosidad, interés, sorpresa, satisfacción, esa comunión de las cepas que aporta riqueza aromática, complejidad en nariz y en boca, conversación profunda para un buen rato.
Kian Ly Barrios Hung
Sommelier
Fuentes:
susysanchezsommelier.blogspot.com (vinificación Summus)
Propia
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