“Suavidad, carácter, frescura y exuberancia se fusionan en las cepas ideales para esta temporada decembrina”
La dama de los vinos de Concha y Toro, Amelia, se caracteriza por su pureza y elegancia. Además, su perfume a humo, vainilla y avellana es capaz de despertar los sentidos, al tiempo que la suavidad de su cepa se desliza por el paladar hasta denotar una sutil acidez.
Su acento frutal es la combinación perfecta para encuentros de comensales, entre familias y amigos, frente a exquisitos platos de pescado, sushi, cangrejos o comida tailandesa, acompañados de postres azucarados.
Ignacio Recabarren es el responsable de la calidad de las cepas de Amelia y Terrunyo. Por una parte, gracias a su talento Amelia fue el primer Chardonnay de Casablanca en obtener 90 puntos en la revista Wine Spectator y, por otro lado, este enólogo fue quien introdujo el Sauvignon Blanc chileno a nivel mundial, que obtuvo 91 puntos en esa misma publicación.
Terrunyo Sauvignon Blanc es otro vino de origen específico, que
Su color amarillo con brillos verdosos expresan su estilo exuberante. Además, su elegancia y carácter combinan con grandes banquetes de mariscos, aves, comida picante, pastas, quesos e incluso pernil.
El comensal podrá degustar Terrunyo Sauvignon Blanc como un vino profundo, equilibrado, jugoso y espumante, acompañado de un aroma a hierbas y lima.
Las cualidades de Amelia y Terrunyo muestran la calidad y expresividad de estas cepas, por lo que el reconocido enólogo Ignacio Recabarren recomienda, para esta temporada navideña, acompañar las comidas y festividades con estos vinos de origen específico.
Fuente: @Gurucreativa
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