Es moralmente incorrecto pretender que nuestros hijos sean honestos si nosotros somos mentirosos, o esperar que tengan un buen vocabulario si constantemente decimos groserías, o pretender que sean amables si tratamos de manera despectiva a las personas que nos rodean, o que entiendan que deben respetar las normas si con frecuencia nos damos el permiso de saltárnoslas con cualquier excusa, o que se sientan seguros de sí mismos si nuestro actuar es tímido e inseguro. Es así que ser un buen modelo para nuestros hijos se vuelve algo difícil, más para unos que para otros, pero de cualquier modo nos obliga a encarar nuestros defectos para superarlos progresiva y definitivamente si queremos que éstos no formen también parte de su vida.
La alimentación saludable y el ejercicio físico no pueden enseñarse con “consejos y recomendaciones” Una vida saludable parte del ejemplo de los padres y de una dinámica familiar saludable que depende única y exclusivamente de los padres, sin excusas.
Esto para quienes no hemos tenido muy buenos hábitos créanme que es un esfuerzo importante, sin embargo el inmenso amor por nuestros hijos hace que no sea una disculpa para no criarlos de manera saludable por dentro y por fuera.
Así finaliza mi corto artículo de hoy, que más que un artículo es una reflexión en voz alta que comparto con ustedes. La satisfacción de ver a mi Natalia crecer saludable por dentro y por fuera hace que cualquier esfuerzo sea pequeño, aunque esto implique cocinar más mientras podría estar en el cine o viendo tele y esforzarme por mantener la actividad física dentro de su rutina y también de la mía, aunque lo que más me provoque sean las actividades sedentarias. Pero algo si tengo más que claro es que Natalia no va a luchar toda su vida con el sobrepeso como lo he hecho yo.
El volcán del menú de hoy está hecho con puré verde, esto es puré de papas con otros vegetales, lo que tenía en la nevera era calabacín y espinacas, así que eso fue lo que usé. Como verán yo sin mis moldes no soy nada, así que cualquiera que tenga algo más de habilidad manual seguramente podrá hacer un mejor volcán. La lava es de salsa de tomate.
El suelo es de aguacate y los dinosaurios son unos nuggets que compré así mismo en el supermercado, ya vienen cortados con estas formas, además son 100% puro pollito, sin soya, aglutinantes ni cosas desagradables. El jugo es de parchita.
Un abrazo grande y les deseo mucha fuerza y perseverancia con ustedes y sus pequeñines esta semana!!!
Nadyra Muhammad Mirabal
Psicopedagoga y la mamá de Natalia.
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