Descorchando una historia
Sirvámonos una copa
Haciendo memoria en las razones de porque Chile es productor de vinos debemos remontarnos al tiempo del descubrimiento y la conquista por parte de los españoles, quienes introdujeron las primeras vides europeas en nuestro país, desarrollando con esto la vitivinicultura chilena. Entre estas vides que llegaron de Europa y que se adaptaron perfectamente a la tierra y clima de chilenos, venía la de esta variedad que quiero destacar hoy. Les cuento la historia...
El Carmenere es una variedad tinta, originaria del viñedo bordeles (Medoc), que se conoce en el continente europeo bajo los nombres de Grande Vidure, Carmenelle, Cabernelle, Grant-Carmenet y Carbouet.
En su lugar de origen, Francia, hasta la segunda mitad del siglo XIX el Carmenere era profusamente cultivado hasta que con la aparición de la filoxérica, la superficie de esta variedad disminuyó rápidamente hasta creerse inexistente.
Sin embargo, en Chile esta vid se había adaptado y seguía desarrollándose con relativa normalidad, esto porque durante el traslado a nuestro país las plantas fueron mezcladas con las de Merlot o Cabernet-Franco, generando con ello que nuestro Merlot fuera calificado como extraño por la crítica internacional.
Recién en 1991, un experto europeo que visitaba los viñedos en nuestro país notó lo distintas que eran nuestras vides, lo que despertó el interés por estudiar lo que había en nuestras tierras, hasta que tres años más tarde, durante el VI Congreso Latinoamericano de Viticultura y enología, se difundió oficialmente el redescubrimiento de esta variedad en Chile.
Las características del viñedo de Carmenere varían notablemente a lo largo de la primavera, el verano y el otoño. Esta planta es muy especial, con alta sensibilidad a plagas del suelo y otras enfermedades de la vid, por lo que requiere de importantes cuidados por parte del viticultor y el enólogo.
En cuanto a sus características, quienes hay probado o conocido la variedad Carménère (con doble acento como la escriben los franceses) o simplemente Carmenere, dicen que es una variedad de gran fineza y por eso se explica la buena aceptación que ha tenido entre los consumidores. Particularmente logra un gran maridaje con la comida bien especiada y picante, como es la comida India por ejemplo.
Estamos convencidos de que Chile posee con el “Carmenere”, una posibilidad única y exclusiva de contribuir al mundo vitivinícola, con una cepa delicada y difícil de ser cultivada en otros países y que gradualmente va ganándose espacios como una variedad diferenciadora y emblemática de la vitivinicultura chilena. Esto lo potenciamos y podemos apreciar su efecto, en las diferentes actividades de promoción internacional del vino, que desarrollamos de la mano de ProChile con las viñas productoras de esta variedad, en diversos mercados a nivel mundial.
Salud con un Carmenere chileno! Hasta la próxima.
Paola Vásquez
@paola_wine
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