A una semana de haber concluido el evento más relevante de la gastronomía en Venezuela, no me queda otra que hablar de mi participación en el evento, y sirva este artículo, como agradecimiento a todo el equipo organizador del SIG, y a la familia RANCILIO VENEZUELA.
Por un momento, la confusión y el stress por abrir las puertas, no permitió que todos los participantes disfrutáramos el evento. Eso es normal en estas magnitudes, pero una vez que encendimos las maquinas del stand en el cual participaba, se me olvidó todo, y me sumergí en lo que más me gusta, hacer buen café.
La máquina cafetera Classe 9 de Rancilio se comportó mejor de lo que me esperaba, mientras más le exigía, mejor café preparaba. Fue como el amor a primera vista. Servimos litros de crema. De las primeras visitas que recibí en mi stand, dijeron presente, Walezca y Luis, editores de este blog, El Gourmet Urbano; ellos me recordaron que siempre es placentero tomarse un café con los buenos amigos. Y después de un fraternal abrazo, nos fajamos a degustar.
Estuvimos a casa llena los 3 días, mostrando las bondades de las maquinas Rancilio, y demostrando lo que se considera un espresso perfecto. Que gran satisfacción ver las interminables colas de gente esperando a ser atendidos para tomar café. Demasiadas caras conocidas, que honor haber tomado café con los grandes de la gastronomía, el café en el Salón internacional de Gastronomía se convirtió en un punto de encuentro obligado que unió a los visitantes.
Agradezco de todo corazón a mi equipo de trabajo de ese día, Carlos, Juan Andrés, Karen, María G. y todo el equipo técnico de Rancilio Venezuela que hicieron posible que las maquinas funcionaran a la perfección.
Por último, y no menos importante, a la Familia Taurchini, por creer en este proyecto, y compartir conmigo esta pasión llamada CAFÉ.
Hasta la próxima
Café y Vida
Pietro Carbone
Barista
http://carbonespresso.blogspot.com
No hay comentarios. :
Publicar un comentario