Para estas navidades pensé en compartir con ustedes algunas recetas de galletas, es que las galletas siempre son un bonito presente o un rico agasajo para las visitas propias de estas fiestas, incluso para adornar; comencemos pues esta serie con los Polvorones de Cris.
Cristina es una amiga muy especial, tan especial que es mi hermana, y es que estudiamos juntas desde el jardín de infancia hasta que nos graduamos de bachilleres; entre las miles de anécdotas y recuerdos que tenemos juntas tengo un recuerdo muy especial de las navidades en casa de Cris, y son los polvorones, podía pasar la tarde y el día comiéndolos, siempre estaban en la mesita de centro y entre los que me ofrecían y los que “agarraba” podía comerlos todos. Esos polvorones eran de una pastelería de unos amigos de su familia y para mí eran los perfectos, he probado industriales, traídos de España, pero esos para mí marcaron el ideal. Luego de probar infinitas recetas, porque ciertamente perdí la cuenta de la cantidad de recetas probadas, conseguí ésta que luego de probar y adaptar considero que se acercan bastante a esos polvorones de mi infancia.
Para mí los polvorones deben ser suaves, que hagan honor a su nombre, que se conviertan en polvo al entrar en contacto con los labios, pueden tener almendras o sólo canela, pero siempre con su capita de azúcar pulverizada cubriéndolos, para conseguir que queden suaves y claros el tiempo de cocción debe ser el mínimo necesario y dejarlos enfriar en la bandeja, porque de lo contrario se desbaratarían.
Pero que les parece si entramos en materia y revisamos los ingredientes y procedimiento:
- ½ kg de harina
- 250 gr de manteca de cochino
- 250 gr de azúcar pulverizada
- 125 gr de almendras tostadas y molidas (opcional)
- Canela molida al gusto
- Azúcar pulverizada y canela para espolvorear
Para obtener la manteca de cochino tenemos que colocar tocino cortado en cuadritos en un caldero a fuego lento para hacer que “bote” toda la manteca, dejamos reducir el tocino a chicharrones y la manteca la dejamos enfriar y solidificar, el aceite queda marrón pero una vez que se enfría se torna blanco.
Luego debemos secar la harina, esto lo hacemos poniéndola en una bandeja y metiéndola en el horno por 30 minutos a 150° moviéndola de vez en cuando para evitar que se seque y se tueste sólo por arriba, pasado el tiempo en el horno la dejamos enfriar totalmente.
Aparte mezclamos la manteca que está a temperatura ambiente con el azúcar pulverizada, cuando esté bien mezclada agregamos poco a poco la harina previamente cernida con la canela y seguimos amasando.
Luego compactamos la masa y la estiramos entre dos capas de papel plástico de cocina con la ayuda de un rodillo, dejándola del grueso de nuestra preferencia. Posteriormente, con la ayuda de un cortador los vamos cortando.
Los colocamos en la bandeja que hemos cubierto con papel parafinado y horneamos a 180° durante 10 a 12 minutos.
Cuando los saquemos del horno debemos dejarlos enfriar totalmente sin tocarlos, ya que si lo hacemos se nos deshacen porque quedan muy blanditos.
Una vez fríos los espolvoreamos con azúcar pulverizada y canela, con mucho cuidado podemos envolverlos en papel de seda.
¡Feliz horneado y feliz inicio de la navidad!
Susana Rivas
Maestra Pastelera
No hay comentarios. :
Publicar un comentario