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Países como Colombia han hecho del café un producto estrella y emblemático. Han logrado desarrollar una marca como Juan Valdéz que, hoy por hoy, no solo vende café sino una gran cantidad de herramientas de marketing llamado material POP. He logrado contar infinidad de accesorio: cafeteras, tazas, mugs, camisas, franelas, remeras, gorras, sombreros, cucharitas, termos, sudaderas, banderas, afiches, brazaletes, lentes, balones, en fin, muchos accesorios respaldados en una marca de identidad nacional. Con todos sus defectos, el paraguas de la marca ampara un industria, ya de estándares y alcance internacional.
En Italia, más que una marca es un producto, y es el café espresso una gran bandera de la cultura gastronómica italiana. Tanto así que se creó el Istituto Nazionale del’espresso Italiano. Miles de horas de trabajo dedicadas a certificar mezclas de café, certificar máquinas, molinos, procedimientos e incluso las tazas. Hoy por hoy, el espresso es una identidad del italiano. Italia, por su ubicación geográfica, no produce un solo grano de café, pero son los pioneros en el desarrollo de mezclas, tostados y procedimientos en cuanto al café. Sencillamente sucede que ha sido algo que se ha arraigado en la cultura y se ha tratado de llevar al extremo de manera perfecta. Y si hay algo con que un pueblo se identifica y se enorgullece es con su gastronomía.
Los colombianos se sienten orgullosos de su café. En realidad si fuera colombiano también estaría orgulloso. Como les dije en el post anterior, casi todas las mezclas de café reconocidas usan algo de café de Colombia en su contenido.
Pero ¿saben qué? Me siento orgulloso del buen (y poco) café venezolano que tenemos. Cada vez que viajo me acompañan unas botellas de ron y café venezolano. No lo digo exagerando, pero me enorgullece llevar de regalo café venezolano. Incluso, muchos amigos tienen mi café como un “must” en su lista de viaje cada vez que salen al exterior.
Pido que nos unamos todos para seguir exigiendo mejor café en la calle, a las torrefacciones, y pido precios justos para el agricultor. Gracias a Dios en Venezuela se ha iniciado un movimiento en torno al café que es indetenible, sé que vamos por buen camino, y en un corto y mediano plazo, el café será motivo de MÁS orgullo para todos.
El café nos seguirá uniendo, y de la mejor forma.
Hasta la próxima
Café y Vida.
Pietro Carbone
Barista
http://carbonespresso.blogspot.com
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