La cultura del café vs la cultura del espresso
Conocer a Luigi es estar ante la presencia de alguien que venera una bebida ancestral, respetando su esencia y sacando lo mejor de ella con gran respeto y pasión. Y aprecia tanto el café que no teme aclarar que la cultura del café estaba en Venezuela muchos años antes de que los italianos trajeran la cultura del café espresso.
“son dos cosas distintas (…) fue por el 1700, 1800 que entra la cultura del café a Italia, en cambio Venezuela era un país de producción del café, ya había cultura del café, nosotros llegamos a implementar la cultura del espresso”
Luigi explica que el café que se tomaba en aquellos años era para “cargarte”. Venezuela le gustó esta nueva forma de beber el café, lo adoptó e hizo parte de su cultura, dándole su toque venezolano.
Barista vs el que prepara el café
Luigi llegó a nuestro país gracias a las gestiones de la Escuela Venezolana del Café para certificar, en un acontecimiento inédito, a 21 personas que presentaron un examen escrito y práctico, tal como lo exige la SCAE, para certificarse como Baristas I; pero ¿qué es un barista?
Aunque la pregunta suene trillada, Luigi explica que barista en Italia significa la persona que trabaja detrás de la barra; es decir, el que ayuda al dueño. En la cultura italiana no se estilan las cadenas de comida o bebida, se manejan mucho los negocios familiares y barista era visto como un segundo nombre, un ayudante, que solía ser el hijo o familiar del dueño.
En 1998, cuando la SCAA y la SCAE comienzan su trabajo de darle valor a esta profesión, especializando a quienes hacían café, la gente fue cambiando su concepto. Establecieron que para ser baristas certificados por ellos, los interesados debían presentar pruebas teóricas y prácticas a través de concursos a nivel mundial. De esos concursos, escogieron a los mejores y los prepararon para certificarlos como entrenadores autorizados para enseñar a otros baristas en cualquier parte del mundo.
Luigi Lupi es un Entrenador y Certificador Autorizado por la SCAE, pero esto no significa que si una persona detrás de la barra hace un buen espresso, sabe hacer café y sabe de café, no se le pueda llamar barista. La diferencia está en una certificación, no en la pasión que sienta por el café
Para Luigi, las 3 características fundamentales que debe poseer un barista es que sienta pasión por el café, sepa comunicarse con el cliente (don de gente) y esté preparado y actualizado en todo lo que tenga que ver con el café
El café, ¿un estilo de vida o una moda?
Café instantáneo, cápsulas de café, máquinas que hacen capuchinos con figuras… muchos son los inventos que alrededor del café se han ido generando, toda una maquinaria comercial; pero para Luigi su café es espresso.
“Soy un purista, no tomo capuchino, me gusta el café solo”
Es su respuesta como Luigi Lupi y su gusto personal.
“Antes de acostarme me gusta tomarme un espresso y duermo bien (…) El café te anima, pero no te quita sueño, si uno no duerme de noche es por otros problemas, o lo tiene con la mujer o con el trabajo”, comentó soltando una gran carcajada
Pero Luigi está claro que la leche en el café ayuda a vender más espresso, porque éste es una bebida de la cultura italiana, y así como la ropa, la comida y hasta el estilo de vida italiano gusta en el mundo por moda, el espresso no escapa a ello; pero ha tenido un efecto positivo, ya que la gente valora el espresso como base de las preparaciones de un café con leche y los italianos se han ido acostumbrando a tomar el café como lo toman fuera de Italia.
¡Y la culpa fue de Venezuela!
Fue a finales de los años 70 cuando Luigi Lupi vino a Venezuela para transmitir sus conocimientos a los trabajadores de la Empresa Fiat. La instrucción sería por 3 meses, pero se quedó 4 años en el país.
“Y mi vida hubiese sido en Venezuela sino hubiese tenido que regresar a Italia por la enfermedad de mi madre”. Durante esos 4 años Luigi aprendió a tomar café, y todo el día tomaba “marroncito”
Pero el culpable fue un barista de un local que se encontraba en el CCCT (Centro Comercial Ciudad Tamanaco). Quedó tan encantado con su trabajo que al regresar a Italia decidió montar su bar y dedicarse al café. 30 años después, es el mismo Lupi que certifica a Baristas venezolanos en la misma tierra que le sembró la pasión que lo ha hecho uno de los mayores exponentes del café a nivel mundial.
Reflexión
Lupi se extraña que en el mundo se hable del café de muchos países, pero no del venezolano. La cantidad de estudiantes de nacionalidad venezolana que él ha certificado alrededor del mundo es considerable y por eso no le es fácil entender como siendo un país cafetero, cafetalero y con una ubicación geográfica idónea, el café venezolano no resuene fuera de Venezuela.
Luigi Lupi aprendió a amar el café en Venezuela. Nos deja el claro mensaje de que nuestra tierra es más rica de lo que pensamos y que de nosotros depende que en un futuro se hable del café venezolano. Lo lograremos el día en que dejemos a un lado las individualidades y trabajemos por un bien común, como venezolanos que somos. El día en que como dice @paramaconi Acosta, tomemos el café en serio…
Walezca Barrios
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