El Gourmet Urbano: Intoxicación por pescado y marisco: Consejos para evitarla

lunes, 27 de agosto de 2012

Intoxicación por pescado y marisco: Consejos para evitarla

El pescado y el marisco son alimentos con poca grasa y fuentes excelentes de proteínas, vitaminas y minerales. No obstante, el peligro de comerlos cuando están contaminados con toxinas, bacterias o virus es un hecho que concierne a la salud pública.
 
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Los beneficios para la salud a nivel global de comer estos alimentos son muy superiores a la pequeña probabilidad de intoxicación. Lo único que debe hacer es tomar precauciones a la hora de consumirlos y seguir una serie de recomendaciones.
 

Contaminantes del marisco y del pescado


- Bacterias: El Vibrio Bacterium es el causante más común de las intoxicaciones. Suelen producirse tras el consumo de pescado o marisco indebidamente manipulado. Se manifiesta por diarrea y dolores abdominales que duran entre 1 y 7 días. En casos aislados causa la muerte. - Virus: El Virus de Norwalk produce episodios de patología gastrointestinal que pueden causar una diarrea deshidratante. Últimamente se ha detectado a raíz del consumo de ostras crudas, pero su intoxicación se ha extendido a otros alimentos, como el agua y el hielo, las ensaladas, otros moluscos, e incluso por contagio interpersonal. El virus de la hepatitis A infecta el hígado y causa síntomas que incluyen fiebre, cansancio, náuseas, malestar abdominal, orina oscura e ictericia, tras un periodo prolongado de incubación de incluso más de dos meses. Se ha detectado en el marisco, en la lechuga y en fresas heladas.
- Toxinas naturales: No pueden identificarse a simple vista, por el olor o por el sabor, y no se destruyen con al cocinar el alimento. Los síntomas varían, desde cólico y diarrea hasta parálisis y muerte.
- Residuos químicos: Productos químicos tóxicos, como el metil-mercurio, los bi-feniles policlorados y las dioxinas pueden acumularse en animales acuáticos y poner en peligro las vidas de los que los consumen.
 

Los consejos más útiles

 
  • Compre el pescado o el marisco en el último lugar de su lista de la compra.
  • Busque siempre el producto más fresco. Un pescado en buenas condiciones debe tener los ojos claros y brillantes, las agallas de un color rojo o rosa vivo, sin mucosidad, con una carne dura y elástica y una piel brillante. Los filetes también deben ser duros y de apariencia húmeda, sin bordes amarronados.
  • El pescado debe estar frío y no debe oler 'a pescado'.
  • Pida que le sirvan el pescado o el marisco en una bolsa aparte, y transpórtela encima de todos los alimentos o con otros alimentos refrigerados. Si el viaje a casa dura más de una hora, es una buena idea transportarlo en una bolsa térmica.
  • En casa, conserve el pescado o el marisco en la parte más fría de la nevera.
  • No use tablas de madera para cortar el pescado crudo, pollo o carne. Las tablillas de plástico se limpian e higienizan mejor. Lave perfectamente todos los utensilios de cocina después de su uso.
  • No reutilice ninguna bandeja de embalaje del pescado hasta que se haya lavado debidamente.
  • El tiempo de conservación del pescado varía en función de su variedad y de su calidad. Como norma general, consuma el pescado antes de dos días de haberlo comprado.
  • Descongele el pescado o el marisco siempre dentro de la nevera. Si no es posible, descongélelo bajo un chorro de agua fría.
  • El pescado marinado debe mantenerse en el refrigerador y nunca a temperatura ambiente.
  • Lo que sobre, póngalo en frío y consúmalo antes de dos días.

Personas que deben tener un especial cuidado


Aquellos que tienen una inmunidad inferior a la normal por culpa del VIH o del SIDA son el grupo con mayor riesgo de intoxicación. También los que siguen un tratamiento con medicamentos anticancerosos o tras un trasplante de un órgano. Mujeres embarazadas y sus hijos, diabéticos, niños pequeños y ancianos completan esta lista.

Fuente: cocina.facilisimo.com

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