«La falta de interés de los jóvenes por el vino amenaza el sector»Ingeniero y enólogo, Carlos Villar es un apasionado del mundo del vino, una pasión de la que ha hecho su profesión. Desde 2009, dirige Bodegas Protos, santo y seña de la Denominación de Origen Ribera del Duero.
-Acaban de iniciar la exportación de sus vinos a Kenia, un país que, a priori, no tiene tradición vinícola. ¿Es una apuesta arriesgada o hay mercado en África?
-Desde luego, Kenia no es un país de gran tradición enológica, pero el mundo está globalizado, por lo que es importante estar bien posicionado en cualquier lugar. Además, contribuimos a aumentar ese hábito al llevar la cultura del vino a aquellos lugares donde no existe.
-Con esta incorporación, Protos exporta ya a 91 países. ¿La internacionalización es la vía de escape para que el negocio sea fructífero?
-Exportar puede parecer una obligación en estos momentos de crisis en el mercado doméstico, pero realmente es una necesidad para cualquier empresa que quiera crecer. Haber invertido en comercio exterior desde hace años nos permite estar más desahogados ahora por la diversificación en nuestros canales de ventas.
-¿Considera que se ha perdido la buena costumbre de tomar una copa de vino al día en nuestro país?
-El descenso de consumo en España es quizás el mayor problema que tiene nuestro sector. La crisis y los cambios de hábitos de consumo influyen, pero lo más preocupante a largo plazo es la falta de interés de las nuevas generaciones por el vino lo que hace que nuestro mejor mercado esté en claro riesgo.
-¿Qué habría que cambiar para luchar contra esta tendencia?
-Necesitamos una unión de todos los operadores del sector para hacer campañas nacionales potentes y continuadas que acerquen el vino a las nuevas generaciones.
-En 2011, la Ribera del Duero recibió más de cien mil visitas y, de ellas, Protos fue la bodega más visitada. ¿Cuál es su gancho frente a la competencia?
-Las encuestas internas que manejamos hablan de un 99% de satisfacción entre los viajeros que nos visitan, lo que supone una motivación. El secreto puede estar en que entendemos que no todos nuestros públicos buscan lo mismo, y por eso además de los típicos cursos de cata o recorrido por las instalaciones, tenemos cosas novedosas como un pasaje del terror, juegos de rol, trucos de magia relacionados con la vendimia...
-El turismo enológico está en auge. ¿Cree que es una moda pasajera?
-No. El enoturismo está comenzando ahora en España, goza de buena salud y tiene un largo recorrido. Aunque lograrlo dependerá mucho de la capacidad de las bodegas para innovar y conquistar a nuevos públicos.
Fuente: larazon.es
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