Como entrada, plato fuerte o acompañamiento, este clásico es un éxito garantizado en la mesa.
Es difícil no pensar en Italia cuando se habla de pasta, pero en el caso de los macarrones con queso, más que el origen del plato pesa el país que se ha ‘apoderado’ de él, lo ha introducido en sus tradiciones y lo ha popularizado entre su gente. Y sí, ese país es Estados Unidos.
No está muy claro el momento en el que esta preparación de macarrones se instaló en suelo norteamericano. Hay versiones que dicen que llegó con inmigrantes italianos a Connecticut y otras apuntan a que fue el propio Thomas Jefferson, en el siglo XVIII, quien, antes de ser presidente, anduvo por Francia e Italia ilustrándose para la política.
Foto: Chef Oropeza |
Lo cierto es que la clave de la popularidad del ‘mac and cheese’ la tuvo Kraft, la poderosa compañía de alimentos, que en 1937 lanzó la caja con la receta y se convirtió en un producto insignia, que hoy vende seis millones de cajas semanalmente. Por supuesto, se trata de una versión rápida, a la que cualquier purista de la cocina criticará por su sabor y artificialidad.
Sin embargo, aquí le presentamos la receta ‘gourmet’ para hacer en casa un plato fácil y delicioso que, ya sea como entrada, plato fuerte o acompañamiento, nunca desentonará.
1. En una olla ponga a calentar el agua y la sal. Es simple: como con cualquier pasta, espere a que comience a hervir y vierta los macarrones. Estarán listos en 13 minutos, tiempo que podrá dedicar a la salsa.
2. En un sartén aparte, cocine el tocino cortado en cubos pequeños. No necesita grasa extra, pues será suficiente la que trae la carne. Después de tres minutos retire los cubos y deje la grasa en el sartén.
3. Añada la mantequilla y cuando se derrita, ponga harina a la mezcla y revuelva por un minuto. Vierta la leche y luego desmenuce las tajadas de queso y mezcle hasta que se fundan. Poco a poco se dará cuenta cómo se va espesando la salsa. Pruebe y añada sal al gusto. Por último, añada los cubos de tocineta.
4. Cuando los macarrones estén listos añádalos al sartén de la salsa y mezcle. Luego ponga la porción en un recipiente que pueda llevar al horno, porque será importante para el toque final.
5. Gratinado: ponga la miga de pan y el parmesano encima del plato y horneé a alta temperatura. Retire del horno cuando la superficie esté dorada: es la señal inequívoca de que está crocante y listo para comer.
– No se exceda en la cantidad de queso que le pone a la salsa. Ponerle de más podría darle un sabor muy fuerte que podría cansar luego de algunos bocados. Con la harina y la leche es claro que la clave está en el balance.
– Los tres quesos que lleva la salsa pueden variar de acuerdo a sus preferencias. Debe tener en cuenta, eso sí, que las variedades que usted escoja se fundan con el calor.
– El gratinado es fundamental, no puede bajar la guardia en este punto. Si se distrae el plato puede quemarse en el horno en muy pocos minutos de descuido.
– En el paso 3 no olvide añadir la harina hasta que la mantequilla se derrita, poner los dos ingredientes al tiempo potenciará el sabor ‘harinoso’ del plato.
– Esta receta puede hacerla en versión sin carne, en caso de que no la consuma. Lo único que debe hacer es omitir los pasos en los que aparece el tocino. El resto hágalo exactamente igual.
Sin embargo, aquí le presentamos la receta ‘gourmet’ para hacer en casa un plato fácil y delicioso que, ya sea como entrada, plato fuerte o acompañamiento, nunca desentonará.
Ingredientes para una persona
- 70 g de pasta (macarrones)
- 50 g de tocineta
- 1 cucharada de mantequilla
- 2 cucharadas de harina
- 2 cucharadas de miga de pan
- 1 cucharada de queso parmesano
- 2 tazas de leche
- 1 tajada de queso cheddar
- 1 tajada de queso gruyer
- 1 tajada de queso munster
- Sal al gusto
Paso a paso
1. En una olla ponga a calentar el agua y la sal. Es simple: como con cualquier pasta, espere a que comience a hervir y vierta los macarrones. Estarán listos en 13 minutos, tiempo que podrá dedicar a la salsa.
2. En un sartén aparte, cocine el tocino cortado en cubos pequeños. No necesita grasa extra, pues será suficiente la que trae la carne. Después de tres minutos retire los cubos y deje la grasa en el sartén.
3. Añada la mantequilla y cuando se derrita, ponga harina a la mezcla y revuelva por un minuto. Vierta la leche y luego desmenuce las tajadas de queso y mezcle hasta que se fundan. Poco a poco se dará cuenta cómo se va espesando la salsa. Pruebe y añada sal al gusto. Por último, añada los cubos de tocineta.
4. Cuando los macarrones estén listos añádalos al sartén de la salsa y mezcle. Luego ponga la porción en un recipiente que pueda llevar al horno, porque será importante para el toque final.
5. Gratinado: ponga la miga de pan y el parmesano encima del plato y horneé a alta temperatura. Retire del horno cuando la superficie esté dorada: es la señal inequívoca de que está crocante y listo para comer.
Consejos para que no se equivoque
– No se exceda en la cantidad de queso que le pone a la salsa. Ponerle de más podría darle un sabor muy fuerte que podría cansar luego de algunos bocados. Con la harina y la leche es claro que la clave está en el balance.
– Los tres quesos que lleva la salsa pueden variar de acuerdo a sus preferencias. Debe tener en cuenta, eso sí, que las variedades que usted escoja se fundan con el calor.
– El gratinado es fundamental, no puede bajar la guardia en este punto. Si se distrae el plato puede quemarse en el horno en muy pocos minutos de descuido.
– En el paso 3 no olvide añadir la harina hasta que la mantequilla se derrita, poner los dos ingredientes al tiempo potenciará el sabor ‘harinoso’ del plato.
– Esta receta puede hacerla en versión sin carne, en caso de que no la consuma. Lo único que debe hacer es omitir los pasos en los que aparece el tocino. El resto hágalo exactamente igual.
Fuente: Semana en Positivo
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