Existen en la ciudad de México pequeños lugares gourmet donde se pueden comprar muy buenos vinos y productos selectos, pero además algunos tienen unas cuantas mesitas donde se puede comer y beber delicioso y con calidad, pero sobre todo a precios muy justos.
Por ejemplo, el muy bien ubicado Enology en Campos Elíseos en Polanco. La decoración compuesta de botellas de toda clase de vino artísticamente colocadas, con una espectacular lista de vinos de todo el mundo, mezcales y tequilas, alternando con latas, aceites y vinagres especiales, salsas exóticas productos deshidratados y pastas, entre otros productos.
En el lugar se encuentra un gran frigorífico vitrina con charcutería y quesos muy diversos, así como canastas con legumbres y frutas de la estación y, desde luego, crujientes y variados panes.
Lo mejor son las chapatas, que se preparan al gusto del cliente y las frescas ensaladas que en caso de una tentempié ligero son excelentes. Es como comer en una cava, todos los vinos están a la vista, no cobran descorche y te puedes llevar la botella si no la terminas. Buen lugar para surtir bodega y alacena o regalos de Navidad.
A Enology lo conocí acompañada de mi amiga María Luisa de Anda respondiendo a una invitación de un asiduo cliente al lugar Christian Seadi. Sin duda, una buena experiencia para el paladar.
Otro lugar que les recomiendo es Alekzander, ubicado a la entrada del histórico mercadito El Parían, en Álvaro Obregón, en la colonia Roma.
Ofrecen "comida del mundo" en mesitas sobre la banqueta, muebles de anticuario diseminados con gracia, en el segundo piso un buen surtido bar. Lugares que le dan prestigio al resurgimiento de la colonia Roma.
Fuimos un grupo grande, servicio informal, atento y la comida de lo más variado, puede ser desde un panini, pasar por alguna especialidad oriental, una buena hamburguesa, pizza de alcachofa y aceitunas, entre otras. Existen muy buenas opciones para dar gusto a todos los paladares, selecta carta de vinos y las bebidas en general se sirven con generosidad.
Para mí fue una grata experiencia, pues conozco esa joya del que fuera el mercadito, desde que era chiquita, cuando el cine Balmori estaba enfrente y mis tíos vivían en la privada de Orizaba.
Otro lugar que seguido voy con mis nietas es El Delirio, de Mónica Patiño, manejado por su hija Micaela, ubicado en Monterrey 116, esquina Álvaro Obregón.
Diario cambian menú con varias opciones que ponen en la pizarra, los ingredientes son de primera, hay ensaladas abundantes, vinagretas originales y servicio muy informal. Tiene un buen surtido de platillos para llevar, así como de selectos productos.
Por otra parte, mi nieta María me recomendó Casa D´Italia, en la colonia Condesa. Aquí los sabores le recuerdan a mi nieta los de su abuelo adoptivo Giorgio, q.e.p.d. con platillos auténticos, precios muy razonables, las pastas se sirven al dente y la salsa de pomodoro fresco, bien preparada, cocinan risottos clásicos y uno muy especial con faisán. Siempre hay alguna sugerencia del chef.
Considero que la calidad-precio es la correcta, los productos son de óptima calidad, buenos vinos, aunque el servicio un poco lento .
Sugiero que se hagan reservaciones, esto vale para todos los lugares de comida, desde una fonda hasta el restaurante más encopetado y, sobre todo, recomiendo puntualidad.
Una fórmula para mantenerse en forma cuando se come fuera de casa es pedir medias raciones y si no las sirven, pues compartir el plato, otra recomendación cuando se va en grupo es que los platillos se pidan al frente e irlos probando; desde luego que esta idea no funciona con las sopas, pues no se puede volver a meter al plato la cuchara chupada…..Con los postres da buen resultado, muchos sabores y menos calorías.
Si conocen algún lugarcito de este estilo me lo pueden dejar saber.
Fuente: eluniversal.com.mx
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