La Real Academia Española de Gastronomía (RAG) no solo ha inspirado a la mayor parte de instituciones similares en el mundo, sino que ha contribuido e impulsado su creación "siempre en términos de libertad" e innovación, según afirma su presidente, Rafael Ansón Oliart.
Ansón, quien preside además la Academia Iberoamericana de Gastronomía, con sede en Sevilla (sur de España), y es presidente de honor de la Academia Internacional de la Gastronomía, afirma que "yo lo que quiero es que Brasil haga buenos cocineros, que hagan cocina brasileña, cocina de autor, que no copien de España".
Así, las academias de gastronomía de Brasil, México, Argentina, Perú, España y Portugal son miembros de la Academia Iberoamericana de Gastronomía, creada en 2009.
La RAG "se ha dedicado a crear academias", destacó Ansón en entrevista con EFE, en la que señaló que, aparte de la academia de Francia y la de Italia, el resto de las que hay en el mundo las ha creado la institución que preside, así como las 17 regionales españolas.
Ahora, la RAG trabaja en la creación de las academias de gastronomía de Indonesia, Tailandia y Marruecos, según dijo, al explicar que básicamente las asesora "siempre en términos de libertad", en contraste con lo que ocurría antes, "cuando Francia intervenía en un tema gastronómico y la idea era que copiaran a Francia".
También antes, hace unos 20 años, los mejores restaurantes del mundo eran franceses. Ahora, entre los 10 mejores, hay tres españoles, incluido el primero, y uno brasileño, según resaltó Ansón, al recordar que "el monopolio francés terminó en la década de los años 90, desde que nosotros implantamos el modelo de libertad".
"En lo que España es mejor es en la cocina de los españoles", afirma el presidente de la RAG al explicar que "todos estos grandes cocineros no hacen paella, ni gazpacho ni tortilla de patata, hacen su cocina, son originales, innovan, hacen cosas nuevas, incorporan nuevas tecnologías...".
Y asegura que esto perdurará, porque, "cuando un colectivo conquista un espacio de libertad, no lo pierde nunca (...). El modelo de libertad es para siempre".
Como España, "todos los países quieren tener su propia cocina, su propia oferta gastronómica, están orgullosos de lo que han hecho nuestras madres, abuelas y bisabuelas a los largo de la historia (...). Luego los nuevos cocineros quieren ser creativos, quieren ser artistas, no quieren ser simplemente artesanos", afirma.
Hoy los buenos artistas del fogón "son mediáticos, tienen fama, ganan dinero...", dice.
La RAG funciona como una asociación financiada por sus miembros y sólo busca contribuciones económicas para llevar a cabo sus proyectos, uno de los cuales es actualizar en el diccionario de la Real Academia de la Lengua española las definiciones de palabras relacionadas con la gastronomía.
Hay definiciones en ese ámbito que "están anticuadas", afirma al asegurar que "la gastronomía ha evolucionado de tal forma en los últimos 20 años que las palabras tienes que definirlas de otra manera".
La RAG también colabora dentro del proyecto Marca España, para la proyección del país en el exterior.
"Pretendemos que lo que se haga tenga cierto eco exterior (...), que España pueda presumir de que tenemos la gastronomía más acreditada, más de vanguardia. España es líder de la cocina creativa", resalta Ansón y añade que el año pasado el país recibió casi ocho millones de turistas, cuyo objetivo fue conocer la gastronomía española.
Y es que "el gazpacho es tan importante como una catedral o una escultura (...). Es la sopa fría mejor del mundo (...) y permite trabajar ocho horas al sol", destaca Ansón, quien se congratula de que el Congreso de Diputados español haya declarado la gastronomía nacional como un bien de interés cultural que debe ser preservado y abogó para que se incluya en los planes educativos del país.
Fuente: vidayestilo.terra.com.pe
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