En casa del herrero, cuchara de palo… Parece mentira pero lo cierto es que, más allá del concurso de vinos de Laguardia, Rioja no tiene un certamen de este tipo con proyección nacional. La asociación Cultura Permanente puso en marcha en el año 2010 los premios Ecovino, destinados a fomentar y difundir la producción y el consumo de vino ecológico. El martes 17, entregó los premios de la cuarta edición, con 77 muestras y 38 bodegas de toda España, y con mucho trabajo por detrás para lograr la complicidad de bodegas y de instituciones.
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No suele ser fácil que bodegas de fuera se animen a participar en un concurso riojano (“para qué vamos a ir si es Rioja y los premios serán para ellos…”) y Ecovino lo ha conseguido: de hecho, a la vista del palmarés esa ‘riojitis’ presupuesta en el comité de cata evidentemente no es tal.
Íñigo Crespo, impulsor de la iniciativa aunque con la ayuda de varias personas detrás, como el profesor de la Universidad de La Rioja (UR) Antonio Palacios, Manuel Ruiz Hernández, o Juan Baustista Chávarri, enólogo de la bodega de La Grajera, entre otros, han logrado que Ecovino empiece a convertirse en una cita para los productores de este tipo de vinos que, tal y como ya hemos tratado en Los mil vinos, no presentan diferencia organoléptica alguna a los vinos convencionales, pero sí exigen un respeto y cuidado por la tierra que debería, al menos, comenzar a exigirse a todos.
Ecovino concluye hoy jueves, con una degustación popular en el Centro de la Cultura del Rioja que recomiendo a todos. La producción de vino ecológico sigue siendo residual, pero resulta interesante comprobar la calidad general de los vinos, cómo bodegas grandes (Faustino, Beronia, Marqués de Cáceres…) presentan también sus propuestas ecológicas al concurso y, sobre todo, cómo muchos productores pequeños intentan hacerse un hueco con una propuesta diferente.
Vinícola Real (Albelda), que obtuvo varios premios, está haciendo una apuesta muy interesante por los vinos ecológicos con su gama de Viñas Los Valles, que quedó en el concurso incluso por encima del 200 Monges Reserva 2005. Bodegas Las Cepas (Aldenueva), del productor Alberto Ramírez que se salió de la cooperativa de Aldeanueva en el año 2003, fue otra grata sorpresa. Dos de sus caldos, Costalarbol 2012 y Legado Decand, se llevaron el Ecovino de Oro y resultaron ser todo un descubrimiento, con una marcada presencia del graciano que refresca los vinos y les da una personalidad muy interesante. Lo cierto es que Aldenueva de Ebro es ahora mismo la zona agraria más emergente de Rioja, tanto en viticultura como en otras producciones, con jóvenes generaciones dedicándose al campo que, merecerá algún comentario específico en la prensa especializada.
Siguiendo con los Ecovinos, muy agradable fue también el Ecos del Varal, un joven superefrescante que incluye un 10% de viura en su elaboración y muy agradable. Por supuesto, hay que mencionar también el Gran Ecovino de Oro, que fue para el Noralba 2010, un vino de Castillo de Mendoza (San Vicente) que, si bien en la primera impresión asoma un poquito de más la madera, se convierte en un vinazo muy interesante con un tempranillo que en la Sonsierra se cultiva como en ningún lado. Este jueves, a partir de las 20 horas, los vinos y las bodegas participantes podrán probarse en el Centro de la Cultura del Rioja (7 euros la copa con tres pinchos ecológicos incluidos) y, verdaderamente, merece la pena.
Foto de familia de los premiados y organización en los Ecovino 2013, de Sonia Tercero
Alberto Gil
Fuente: larioja.com
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