Elegir un buen cuchillo, utilizar una lira para los cortes interiores o darle la vuelta al bizcocho son algunos trucos sencillos para conseguir resultados perfectos
En las pastelerías solo encontramos tartas perfectas, con igual distribución de las capas y los rellenos, con coberturas lisas y formas impecables. No existe el típico montículo central, tan característico de la parte superior del bizcocho. No hay migas sueltas, ni una parte más alta que otra. Los volúmenes están igualados.
- Imagen: madgerly -
Cuando hacemos tartas y bizcochos caseros, procuramos que queden así, e intentamos que el relleno, la decoración y la presentación sean tan buenas como en la pastelería. Lo intentamos, pero no siempre lo conseguimos, porque incluso cuando logramos hacer un bonito bizcocho, acabamos estropeándolo al momento de servir. ¿Cómo trabajar estos postres para que nos queden estupendos?¿Cómo cortarlos sin destrozar su estructura o su aspecto? El siguiente artículo recopila algunos trucos muy sencillos para conseguirlo.
Bizcochos perfectos, paso a paso
Con algunos trucos muy fáciles y material de pastelería, o simplemente con un poco de maña y un buen cuchillo de sierra podemos conseguir unos resultados sorprendentes.- Conseguir superficies lisas. En primer lugar, tendremos preparado un bizcocho tipo genovesa desmoldado y frío. Lo colocaremos sobre un plato o una base giratoria, que nos ayudará a manipularlo en el momento de cortarlo. La forma del bizcocho dependerá del molde donde lo hayamos horneado, aunque suele ser cilíndrico.
- Los bizcochos suelen presentar una pequeña "montaña" en el centro de la parte superior, fruto de la cocción en el horno. Deberemos igualar esa parte, quitándola con cuidado, para que la superficie quede plana. Para ello utilizaremos un cuchillo de filo largo y de sierra, que permite cortar de manera más limpia los bizcochos esponjosos. Haremos un corte horizontal para igualar esa superficie, por lo que no deberíamos de quitar mucha capa de bizcocho.
- Una vez igualado, le damos la vuelta al bizcocho. El secreto de esa superficie tan lisa de las tartas es que la tapa del bizcocho es, en realidad, su base. Por eso siempre es tan plana.
- Capas de relleno iguales. Para cortar en varias capas el bizcocho podemos proceder de varias formas y con diversos útiles de pastelería.
- La lira es una especie de sierra de marquetería, pero que se coloca fija en la base de la mesa, mientras pasamos el bizcocho por su hoja de corte. Así, una vez que regulemos los centímetros para cortar las capas, conseguiremos unos cortes limpios e iguales.
- Otra manera es recurrir a un molde de pastelería regulable en el diámetro del bizcocho y con unas ranuras para poder introducir el cuchillo, de esta manera conseguiremos unos cortes precisos y sin mucho esfuerzo.
- Pero si lo nuestro es lo artesano y nos gustan las manualidades, la manera de conseguir unos discos de bizcocho impecables consiste en utilizar una regla y unos palillos. Medimos la distancia a la que vamos a realizar cada corte, marcamos el perímetro con unos palillos (que nos servirán de guía para no torcernos) y finalmente cortamos, con cuidado, usando el mismo cuchillo de sierra y filo largo.
- Porciones impecables. Por último, para poder cortar una tarta ya montada, rellena y decorada, tenemos dos opciones. Podemos usar un cuchillo de sierra o, si no, un cuchillo de cocina como los japoneses, esos que tienen unas pequeñas incisiones en los laterales del filo. Estas incisiones ayudan a que entre el aire y podamos hacer mejores cortes. Sea como sea, después de cada corte limpiaremos el filo de nuestro cuchillo, ya que siempre se arrastra algo de la crema de relleno y de la superficie. Al limpiarlo, haremos todos los cortes impecables, como un profesional.
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