Es importante disponer de buenas reservas de glucógeno y estar bien hidratado, puesto que sin la adecuada reserva de energía muscular no se lograrán los mejores resultados, además de que pueden surgir problemas.
Se debe de mantener una dieta equilibrada y rica en carbohidratos, ricos en almidón y con un alto índice glucémico, ya que mejoran la síntesis de glucógeno, así como tomar abundantes líquidos, en forma de zumos de frutas frescas y agua.
Se debe de adecuar las comidas a los periodos de entrenamiento, procurando dejar pasar unas dos horas entre la última comida y el entrenamiento; será preciso comer más frecuentemente, por lo que se deberán de realizar unas cinco comidas diarias.
Se debe de descansar entre semana, por lo menos un día, para recargar las reservas de glucógeno, es preferible un programa de tres días de entrenamiento y un día de descanso, que entrenarse seis días seguidos sin descanso.
Incluir en la dieta más hortalizas y frutas frescas, patatas, frutos secos, cereales y pasta integral, azúcar moreno y miel y eliminar de la dieta las comidas ricas en grasas y seleccionar preferentemente carnes magras y blancas, y pescados. Opta por las grasas de calidad y desecha las saturadas.
Fuente: nutricion.pro
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