Uno de los momentos mas “potentes” del día en Irlanda es el del desayuno: un festín de setas, tomates, pudines, salchichas bacon y huevos fritos. El tradicional Irish Breakfast, como el de la foto, es contundente y te carga el cuerpo para todo el resto del día. Si estás alojado en un tradicional bed & breakfast, el desayuno también te dará la oportunidad de disfrutar de la conocida cordialidad irlandesa, y ganará amigos… seguro.
La carne vacuna es el producto más común en Irlanda. Los ganaderos son normalmente dueños de pequeñas granjas donde tienen un número reducido de cabezas de ganado, que atienden y mantienen ellos mismos. Abunda la leche y sus derivados, la mantequilla y todos los productos derivados de ella. El queso más popular es el cheddar, extremadamente aceitoso y en distintas versiones.
Casi cualquier plato de carne se acompaña con grandes cantidades de gravy, salsa elaborada con extracto de carne, incluso bañando purés y verduras.
La miel es otro producto inconfundible o el azúcar morena, hasta hace poco la más popular. Por cierto, hablando de azúcar, la remolacha es otro producto típico, pero que no se emplea mucho en cocina, sí como materia prima para obtener azúcar.
Los pescados más comunes son el salmón rosado, bastión de los peces irlandeses, inclusive la bandera nacional lleva el color del salmón; también hay bacalao, langostinos, langostas, y otros más consumidos como los mejillones y camarones.
Y finalmente la patata, alimento insustituible en la cocina irlandesa junto a la manteca, acompañada de zanahorias, coles, hongos, pescado, frutos de mar y por supuesto, la carne de vacuno.
Fuente: diariodelviajero.com
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