IMPORTANTE. Para saber el potencial de guarda de un vino concreto es fundamental conocerlo no solo desde el punto de vista sensorial sino del químico.
ALTONIVEL
Un elemento común entre los vinos más exclusivos del planeta es su cantidad de ‘guarda’, es decir, los años que descansa antes de ser descorchado para su degustación.
Sin embargo, no todos están aptos para quedar reservados por mucho tiempo. Sin saberlo, varias personas cometen el error de almacenar todos los destilados que encuentran y luego de mucho tiempo, cuando por fin pretenden disfrutarlos, se encuentran con la desagradable sorpresa.
¿La clave? Solo vinos de gran calidad pueden permanecer gran tiempo en la oscuridad, como los que se muestran a continuación.
1459
En Francia se almacena uno de los vinos más antiguos del mundo, con 533 años de reposo y cuidadosamente custodiado en una bodega de Estrasburgo. Como los demás de su tipo de Alsacia, se trata de uno blanco, aunque sus más de cinco siglos en un tonel de roble le brindaron un color de ámbar.
La valiosa pieza vitivinícola descansa en las Bodegas Históricas de los Hospices Civils, un edificio de 1395, bajo la nave central de una iglesia, luego reemplazada por los primeros hospitales de la ciudad, y que hoy se puede visitar.
Según sus vigilantes, la botella ahora tiene una graduación de 6,4 y cada año se pierde 1% del volumen del tonel, así que para reemplazarlo se agrega de forma regular una botella de vino blanco seco, que se mezcla a los 300 litros originarios, asegurando así su venerable edad.
1860
En una de las bodegas más antiguas de Jerez de la Frontera, España, cuyo nacimiento se remonta a 1780, se elabora uno de los vinos más añejos llamado Gran Orden. Sus uvas se eligieron en 1860 para formar las ‘soleras’ que hoy se pueden probar en uno de los jereces más espléndidos. Básicamente es una bebida de pasas y es todo un clásico entre los vinos dulces de Jerez.
1881
Uno de estos vinos legendarios lo elabora la bodega más antigua de Europa, llamada El Grifo, y que está situada en la bella Isla de Lanzarote. La empresa familiar se creó por el lejano año de 1775 y allí se sigue embotellando su más famosa producción: ‘Malvasía 1881’, un vino color caoba oscuro, dotado de un gran aroma y que contiene todos los matices típicos de una crianza semejante.
Se sigue manteniendo en tres barriles del siglo XIX con capacidad, cada uno, para 800 litros.
1830
En Jerez de la Frontera, España, se encuentra otra de las bodegas míticas de la zona: se trata de las Bodegas El Maestro Sierra, que fue iniciada en 1830 y que se dedica a la producción de vinos de Jerez. Entre su multiplicidad de opciones destaca su botella Pedro Ximénez viejísimo y el Oloroso Jerez extraviejo, dos auténticas joyas históricas de producción muy reducida.
Fuente: lahora.com.ec
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