El Gourmet Urbano: Cesta de Navidad: los mejores alimentos caseros para regalar

viernes, 5 de diciembre de 2014

Cesta de Navidad: los mejores alimentos caseros para regalar

Preparar una cesta de Navidad con alimentos preparados por nosotros es una manera original, entretenida y económica de agasajar a nuestros seres queridos en las fiestas

 

La Navidad es una época de buena voluntad e intercambio de detalles y regalos. Una manera de demostrar a nuestros amigos que nos importan -sin caer en los excesos del consumo- es elaborar una cesta navideña preparada por nosotros, en casa. La idea es dedicar tiempo y cariño al obsequio y que se note, tanto en quien lo recibe como en nuestro bolsillo. Incluiremos alimentos con un toque personal, desde conservas y aceites personalizados, hasta vinagretas o dulces hechos en nuestras cocinas.

 

Imagen: yingko

En este artículo se destacan algunas ideas para montar una cesta navideña casera, económica, vistosa y única, ya que los alimentos que incluyamos serán el resultado de nuestra creatividad y dedicación.

 

 

La cesta de Navidad

En primer lugar, necesitaremos preparar la cesta que contendrá los alimentos. Podemos elegir una bonita caja de cartón, una cesta de mimbre o una caja de madera. Optaremos por una u otra en función de nuestros gustos. Elegiremos el tamaño de acuerdo al tipo y la cantidad de alimentos que introduzcamos en su interior. Para la decoración, dibujaremos, pintaremos, añadiremos lazos o imágenes navideñas. De nuevo, nos guiaremos por nuestros recursos creativos y la técnica o detalle que más nos guste. Cuando tengamos listo el continente, añadiremos el contenido.

 

Dulces navideños para obsequiar

1. Unos polvorones caseros, envueltos en papel o en una cajita, pueden ser un buen inicio. Además, son uno de los dulces reyes de la fiesta.

  • Para elaborar polvorones para unas 6 personas, se requieren 300 gramos de harina, 150 gramos de azúcar, 150 gramos de manteca de cerdo, 100 gramos de almendra tostada molida, 25 gramos de azúcar glass y media cucharada de canela en polvo.
  • Preparamos la harina sobre una bandeja de horno y tostamos ligeramente hasta que adquiera un color rubio (también se puede hacer en una sartén a fuego suave). Dejamos enfriar una vez tostada. A continuación, disponemos la harina tostada sobre una superficie lisa y fría, formando un volcán en cuyo centro verteremos las almendras molidas, la manteca de cerdo, el azúcar y la canela en polvo. Amasamos hasta obtener una pasta fina y compacta que estiramos con el rodillo hasta que quede de un centímetro de grosor. Cortamos la masa en piezas con forma ovalada y las colocamos en una placa de horno ligeramente untada con un poco de manteca. Introducimos en el horno durante 15 minutos y, una vez fríos, los polvorones se espolvorean con el azúcar glass, se envuelven en papeles finos de forma individual y ¡listos para regalar!

2. En nuestra cesta tampoco pueden faltar unas piezas de turrón clásico, el duro de almendra.

  • Para hacer una tableta pequeña, necesitamos 50 g de almendra cruda marcona, 50 g de miel, 150 g de azúcar y una clara de huevo.
  • Tostamos las almendras en la sartén durante 5-8 minutos a fuego medio, para que se tuesten de manera uniforme, sin quemarse. Elaboramos un almíbar de azúcar y miel, calentando en un cazo estos dos ingredientes a fuego lento hasta que la mezcla empiece a burbujear. En ese momento, agregamos la clara de huevo ligeramente batida y espumada (sin llegar a punto de nieve), removiendo continuamente el cazo con el almíbar. Hacemos este proceso siempre a fuego muy suave y sin dejar de remover, hasta llegar a la textura casi de caramelo (aunque sin que coja el color). En este punto, agregamos las almendras tostadas y seguimos removiendo ya fuera del fuego. En los moldes de turrón (o sobre un molde de plum cake) colocamos unas obleas y vertemos la mezcla templada, alisamos la superficie y dejamos reposar. Podemos poner otra oblea encima y un peso para que quede más compacto el turrón. Dejamos enfriar y empaquetamos.

3. Un toque de chocolate también será de agradecer y, para aportarlo, nada como unas trufas caseras, que podemos hacer con una sencilla (y deliciosa) receta.

  • Necesitaremos 150 g de cobertura de chocolate, una yema de huevo, 30 g de avellanas tostadas peladas, 75 ml de nata para montar, 20 g de azúcar glass, otros 10 g de azúcar glass para decorar, 10 g de cacao en polvo y 10 g de virutas de chocolate.
  • Fundimos la cobertura de chocolate al baño María hasta obtener consistencia líquida. Esta técnica permite que el chocolate se derrita lentamente sin quemarse, gracias al calor suave. Si lo pusiéramos en una cazuela en contacto directo con el fuego, con toda probabilidad el chocolate se quemaría y daría un sabor desagradable a la mezcla. Cuando esté fundido, agregamos las avellanas tostadas y muy troceadas, sacamos del fuego y dejamos templar. En el momento en que la cobertura haya perdido temperatura y esté tibia, agregamos la yema del huevo. Batimos la nata con el azúcar glass hasta semi montarla y mezclamos con ayuda de una espátula ambas cremas hasta obtener una masa uniforme. Dejamos reposar en el frigorífico durante aproximadamente 3 horas, hasta que la masa se endurezca, pero todavía sea manejable. Formamos las bolitas, bien con dos cucharas o con las manos mojadas. Rebozamos las bolitas con los fideos de chocolate, cacao en polvo, azúcar glass o con frutos secos tostados y troceados. Hay que conservarlas en frío y dentro de un recipiente cerrado, hasta añadirlas a la cesta.

4. Otra opción, entre los dulces, es preparar una cajita con pastas o unas galletas elaboradas para la ocasión, como las galletas de jengibre, tan típicas de la navidad anglosajona.

  • Elaboramos estas galletas con los siguientes ingredientes: 250 g de harina, 20 g de azúcar moreno, 3 g de canela en polvo, 10 g de miel, 50 g de mantequilla, un huevo, una pizca de ralladura de jengibre y azúcar glass para decorar.
  • Mezclamos en un bol la harina, el azúcar moreno, la canela y la levadura. Cuando estén unidos estos ingredientes, agregamos la mantequilla (en consistencia de "pomada"), la miel, la ralladura de jengibre y el huevo. Se trabaja la masa hasta conseguir una bola homogénea y nada pegajosa. Dejamos reposar esta masa tapada durante 2 horas en un lugar fresco. Transcurrido ese tiempo, colocamos la masa entre dos papeles de horno y estiramos con ayuda de un rodillo hasta conseguir una lámina de 2 centímetros de grosor. Cortamos con un cortapastas las figuras deseadas y colocamos sobre una bandeja de horno forrada con papel apto para el calor. Cocinamos a 180º C durante unos 15 minutos, sacamos y, cuando se templen, espolvoreamos con azúcar glass.

 

Cesta de Navidad: el toque gourmet

Aunque los productos dulces son los más fáciles de elaborar y los que mejor se conservan, no conviene que en nuestra cesta todo sea dulce. También se le puede dar un toque sibarita... y vistoso. Compraremos, para ello,aceite de oliva de calidad y una o varias botellitas de cristal. En estos recipientes -que podemos decorar, como la cesta-, introduciremos diferentes hierbas aromáticas y especias y, a continuación, verteremos el aceite de oliva. La gama de resultados es muy amplia. Va desde un aceite de pimientas variadas, hasta un aceite de tomillo, de orégano, de hierbaluisa o con aroma de albahaca.

Con los vinagres podemos realizar algo parecido. Elegiremos un vinagre un poco neutro (de sidra o de vino blanco) y lo aromatizaremos con hierbas aromáticas y frutas. Podemos emplear frambuesas, fresas, menta... Además de un sabor exquisito y peculiar, estos regalos gourmet tendrán un colorido espectacular, ya que en su interior se podrán ver las ramitas de hierbas y las frutas elegidas para la ocasión.

Las conservas vegetales y de frutas elaboradas por nosotros son un éxito asegurado, así como algunas salsas y aderezos. Tomates desecados, salsa pesto, frutas en almíbar, fruta escarchada, patés caseros... son solo algunas opciones para agasajar a nuestros amigos y familiares.

 

PEIO GARTZIA

Fuente: Eroski Consumer

 

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