En este recorrido nacional por la principales uvas blancas y el amplio abanico de las tintas, no podíamos dejar de hacer un guiño a las islas Canarias
En este recorrido nacional por la principales uvas blancas y el amplio abanico de las tintas, no podíamos dejar de hacer un guiño a las islas Canarias, ya que es la segunda comunidad autónoma con más denominaciones de origen vinícolas después de Cataluña. La listán negro es un tipo de uva que encontramos en el territorio insular, y que, en contra de lo que pudiéramos pensar porque su climatología es tan diferente a la canaria, se halla con cierta facilidad también en Galicia, ya que fueron los primeros colonos gallegos y portugueses, allá por el siglo XV, los que llevaron esta uva y la empezaron a cultivar en Canarias.
Principalmente la encontraremos en las denominaciones de origen tinerfeñas de Taraconte-Acentejo, Abona y Valle de Güímar, donde se ha adaptado muy bien a pesar de los complicados suelos volcánicos e independientemente de la altura a la que se encuentran las viñas. Es una uva que se defiende muy bien en temporadas de sequía, por lo que presenta concentraciones de azúcares importantes, y sus racimos son muy prietos para poder aguantar mejor las altas temperaturas. Los vinos de esta variedad de uva no suelen ser de un color muy intenso, pero nos aportarán aromas que nos recuerdan claramente al suelo en el que se ha criado, dando aromas a ceniza y mineral, además de que suelen presentar un tanino en boca muy fino y poco agresivo.
¿Y con qué platos podemos maridar un vino tinto de listán negro?
Pescados: guisos de pescado, suquets y calderetas de pescados de roca, sabrosos y contundentes, dejan en buen lugar el tanino bien estructurado de este vino.
Arroces: los arroces marineros, más bien caldosos, propios de estos primeros días de verano, junto al mar y bien acompañados de todos sus avíos de concha, maridan a la perfección con esta uva.
Carnes: por pura afinidad territorial no podemos dejar de probar estos caldos con guisos de cordero, acompañados de patatas o boniatos, que dejan un retrogusto semidulce que funciona perfecto con su ligera salinidad.
Además: no dejar de probar esta delicia de la viticultura de las islas con un buen mojo, con sus papas arrugás, bien calentitas y recién hechas.
GONZALO PARRAS
Fuente: El Confidencial
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