Chök es sinónimo de chocolate, es adicción, pasión y amor por el fruto que nace del cacao. Es obsesión también y a partes iguales por la cocina, donde combinan dulces y salados
Chök es sinónimo de chocolate, es adicción, pasión y amor por el fruto que nace del cacao. Es obsesión también y a partes iguales por la cocina, como lugar de transformación de productos que se convierten en tentaciones para la mayoría. Chök es un laboratorio en constante proceso creativo en el que de forma desbordante se conciben y crean nuevas formas, sabores y conceptos derivados de uno de los grandes placeres como es el chocolate. The Chocolate Kitchen es el lugar donde este encuentra la libertad y la creatividad que sus promotores deciden darle a un concepto de negocio nuevo, en el que el chocolate en forma de rosquillas o cronuts, pasteles, tartas, bombones,macarons, cupcakes y una versión entre el cruasán y el muffin llamadakruffin encuentran toda su difusión. Un universo inagotable de formas y sabores que ya quisiera para si Charlie en su fábrica de chocolate
Chök es un lugar donde se hace dulce y se vende en todas sus formas posibles, pero que se mantiene equidistante de la pastelería al uso, y donde el objetivo es mostrar la potencia y las posibilidades que tiene un producto como el chocolate. Pretende ser de algún modo el punto de referencia y reunión para los amantes del chocolate, que, por otra parte, son legión en todo el mundo. Chök es una cocina dedicada al chocolate. Chocolate que comparte protagonismo con dulces y salados. Su creatividad no se acaba en los sabores dulces. Los salados también tienen cabida en su pequeño laboratorio, en donde celebran cursos de cocina e instruyen en recetas tan sorprendentes como una marmita con chocolate o una simple tortilla francesa que rellenan también con chocolate, para dar lugar a un plato original, por supuesto, y de una dimensión desconocida para la mayoría.
Dos años ya de singladura a través del díficil mundo de la pastelería y los dulces, que han superado gracias a su pasión y capacidad ilimitada para dedicarse en cuerpo y alma a regalar felicidad a tantos amantes del chocolate como quieran acercarse a su tienda. Dos años en que Chöck ha ido introduciendo la increíble cifra de entre cinco y seis productos nuevos cada semana y un total de 35 sabores diferentes. ¡Un proceso creativo inagotable! Así, entre nuevos pasteles, tartas y cronuts, su talento creador ha sorprendido cada día con nuevos chocolates.
Tras unos inicios difíciles, como los de cualquier negocio que arrancara en nuestro país en plena crisis económica, han cumplido años y ya contemplan la apertura de un segundo local en el Raval, en la calle Ramelleres. Esta vez con un aire diferente, a cocina industrial, donde ladrillos, piezas metálicas y maderas impondrán un look funcional, pero sin perder su esencia de cocina, de hogar, lo que ellos consideran el punto neurágico de una casa y en torno a cuya mesa gira siempre la vida de cualquier familia.
De entre los 200 productos (cinco semanales) nuevos que han creado en este tiempo, la estrella, el más solicitado y emblema de la casa es el chök, una rosquilla gourmet elaborada con menos azúcar, menos grasa y un menor tiempo de fritura, de la que han creado hasta 32 variedades diferentescombinando sabores dulces pero atreviéndose también con los salados.
En la tienda llama la atención el muro de chöks, donde se exhiben 30 sorprendentes sabores diferentes, que se adornan con toppings, junto a la tarta del día o cervezas y licores de chocolate. La cocina es donde comparten ideas y debaten conceptos, pero también el espacio que comparten con la gente que se puede sentar y disfrutar de sus elaboraciones.
Chök. The Chocolate Kitchen. C/ Carme 3. Barcelona.
Fuente: El Confidencial
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