Aunque el calor parece dar un respiro para los próximos meses, lo cierto es que la cerveza se mantiene como uno de los requerimientos personales a nivel mundial. Negra, rubia, roja, artesanal, importada, nacional….cualquier tipo de cerveza es buena para disfrutar en un momento de relajación, aunque deba ser resguardado del frío. Sin embargo, muchas personas son las que se equivocan al mostrarse meticulosos a la hora de la ingesta.
A menudo, realizamos rutinas que provocan el efecto completamente contrario al deseado
De hecho se cometen errores muy comunes que curiosamente provocan la reacción totalmente opuesta a la que se pretende.
Se suele meter vasos en el congelador para tener una jarra fresca. Sin embargo, se obvia que los recipientes helados hacen que la cerveza pierda su espuma y pierda la carbonización. Además, no se observa la temperatura ideal para cada tipo diferente. Algunas en especial se recomienda sean retiradas del frigorífico unos diez minutos antes de consumirlos para disfrutar de sus cualidades.
Hasta dejar botellas expuestas a la luz hace que la cerveza pierda por completo su sabor. Por ello se recomienda la compra en lata o botellas de color marrón. Tampoco es recomendable guardarlas demasiado tiempo ya que poco a poco pierde su sabor original.
Fuente: Ideal - España
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