Aunque suene raro, comer insectos está moda. Aquí, 8 platos para animarse a cenar arañas y hormigas.
¿Qué haces si ves una cucaracha en la cocina? A) Sales corriendo, o B) La tiras en una sartén y te la comes frita con una pizca de sal.
Si tu respuesta es la A, entonces esta nota no es para ti.
La entomofagia, la costumbre ancestral de comer insectos y arácnidos, es una tendencia gastronómica que suma cada vez más seguidores alrededor del mundo. Sus adeptos aseguran que, además de su exquisito sabor, los invertebrados poseen altos valores nutritivos y su ingesta contribuye a mantener el equilibrio ecológico. Si quieres incursionar en este movimiento, no te puedes perder el siguiente menú de ocho pasos.
1. Tempura de escorpión
Los transeúntes que pasean por los puestos callejeros de las calles de Pekín se deleitan a su paso con este tentempié crocante y de sabor ahumado. Los chefs experimentados en entomofagia recomiendan dejar reposar el escorpión en alcohol antes de cocinarlo, para así neutralizar su veneno. También aconsejan – detalle no menor- saltearse el aguijón y el primer anillo del bicho y así evitar riesgos de ingerir restos de la mortal toxina. Sólo para valientes.2. Hormigas culonas a las brasas
El color amarillo oscuro, el abdomen abultado y las tenazas pueden parecer aterradores a primera vista. Pero en Colombia, las hormigas culonas son un manjar típico con propiedades afrodisíacas. Para prepararlas se descartan las cabezas, alas y patas, se sumergen los cuerpos en agua salada y se los tuesta en sartenes de cerámica. Una explosión de sabor en la boca.3. Tacos de gusanos de maguey
Las larvas de mariposa que crecen en las plantas del maguey, en México, son protagonistas de este plato de fama mundial. Se preparan fritos hasta dorarse y se acompañan con guacamole. Sus fans destacan el sabor aterciopelado de esta combinación de texturas.4. Larvas burbujeantes
La zaza-mushi (o larva acuática) es uno de los platos a base de insectos más codiciados en Japón. Se consumen hervidas y salteadas en salsa de soja y azúcar. Tan ardua es su recolección que en las cartas de los mejores restaurantes cotiza a tanto como el caviar. Un recolector profesional alcanza a reunir cerca de cinco libras de zaza-mushi por día, en invierno. Y cada libra se vende a 40 dólares.5- Fideos con grillos crocantes
Es una creación del chef amateur David George Gordon, que revolucionó el festival de Richmond, Estados Unidos. Consiste en un plato de fideos regado de crocantes grillos salteados, que aportan las proteínas de las que carece la harina. Ideal para los amantes de la comida sana que quieren romper con la tiranía de la bolognesa.6- Tarántula asada
Los indígenas de la amazonia venezolana son los precursores en la ingesta de esta especie de arácnido, conocido como theraphosa blondi. Nada más ni nada menos que la tarántula más grande del mundo, llega a medir hasta 30 centímetros y pesar alrededor de 100 gramos. Se asa y, después de siete minutos, se pela. Una vez que se le quitan las patas y los pelos, se paladea la carne blanca del abdomen, de sabor similar al del camarón. Las tribus yanomami le atribuyen bondades afrodisíacas.7- Pastelera de huevos de mosca
Este postre es una variante particular de la tradicional crema pastelera. El diferencial está en las larvas drosophila, los huevos que ponen las moscas que se alimentan de las frutas en proceso de fermentación, que se trituran y agregan a la preparación. Su sabor azucarado añade un ligero toque de acidez a la crema, muy apreciado por los paladares sofisticados.8- Galletas de avispas
Estas cookies, ideales para acompañar el café, causan furor en Japón desde su lanzamiento, en 2007. Se trata de las clásicas galletas de arroz, aunque con un toque gourmet: unas 5 y 6 avispas por unidad. Se las caza en estado salvaje, se las hierve y seca, para luego añadirlas a las cookies y realzar su dulce sabor. ¡Otra que pasas de uva!
Fuente: Planeta Joy
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