Siete propuestas para elaborar postres tan vistosos como ligeros, además de varios consejos para reducir la pesadez en el momento dulce de las comidas y las cenas
Después de una gran comida, llega la hora de los postres y, siguiendo con el pensamiento navideño, seguro que no es posible evitar la tentación de los surtidos de dulces típicos; los turrones, los polvorones, los mazapanes... Además, si hay invitados, casi con seguridad entrará en casa una rica tarta de hojaldre con crema pastelera o un bizcocho tipo brazo gitano; todo delicioso, sin duda, pero muy calórico y pesado. Para evitar llegar a este punto, se ofrece una serie de trucos que permitirán aligerar el final de estas comidas copiosas y se detallan siete recetas de postres exquisitos, vistosos y mucho más ligeros que los clásicos.
Imagen: brebca
Siete propuestas de postres ligeros para la mesa de Navidad
- Frutas frescas con cobertura de chocolate. Hay que fundir 250 g de cobertura de chocolate al baño María, de manera que se derrita poco a poco. Se pela y trocea la fruta (kiwi, fresas, uvas, pera...), se sumergen los trocitos ligeramente en la cobertura de chocolate templada y se dejan escurrir. Se debe esperar a que se enfríen y solidifiquen. Se sirven a temperatura ambiente.
- Sorbete de cava con helado de mandarina. En una batidora americana, se colocan 400 ml de cava y 200 g de helado de mandarina. A continuación, se bate hasta formar una crema uniforme. Se puede servir en copas altas de cava acompañadas de dulces típicos navideños.
- Crepe relleno de frutas frescas y kiwis con yogur. Para hacer los crepes, se derrite una cucharada de mantequilla y se mezclan dos vasos de leche templada, tres cucharadas de harina, dos huevos y una cucharada de azúcar. Todos estos ingredientes se baten en la batidora con cuidado, para que no quede ningún grumo, y se deja reposar la masa de los crepes unos 15 minutos. Se pone al fuego una sartén antiadherente y se engrasa con un trocito de mantequilla. Se vierte un poco de la masa de crepes y se mueve la sartén para hacer que la masa se extienda por todo el recipiente. Se deja cuajar y se le da la vuelta con cuidado, para que no se rompa. Se espera a que se haga por el otro lado y se reserva en un plato caliente. Para hacer el relleno, hay que lavar unas fresas y trocearlas, para después reservarlas ligeramente espolvoreadas con azúcar. Se pela un kiwi y también se trocea. Los crepes se presentan con una base de yogur natural con un poco de azúcar y con trocitos de fresas y kiwis en su interior, además de unas uvas pasas o uvas frescas.
- Helado de yogur con frutas azucaradas. Se calienta medio vaso de leche con un par de cucharadas de miel y, una vez disuelta la mezcla, se deja enfriar. En un recipiente aparte, se baten dos yogures naturales con la yema de un huevo y se va agregando despacio la mezcla anterior hasta que quede homogénea. Se pasa la mezcla a un recipiente de plástico y se congela removiendo de vez en cuando para que no se cristalice y hasta que tome consistencia, durante cinco horas. Una vez congelado el helado, se sacan unas bolas que se sirven en copas anchas. Se acompañan con unas frutas frescas troceadas y ligeramente espolvoreadas con azúcar como, por ejemplo, naranja, mandarinas, uvas, kiwi y fresas.
- Cava con zumo y brocheta de frutas. Se prepara el postre directamente en copas altas de cava. En ellas se pone hasta la mitad del zumo elegido (piña o naranja) y se escancia despacio el cava sobre las paredes de las copas hasta completar. Cuanto más frío estén, tanto el cava como el zumo de frutas, mejor. Se termina con un golpecito de licor de fresa y se decora con unas brochetas de frutas ensartadas en un palillo puesto en el lateral de las copas.
- Plátano asado con helado de vainilla y chocolate templado. Se pelan y trocean cuatro plátanos de Canarias y se colocan sobre una bandeja de horno con papel de horno espolvoreado con una cucharada del azúcar moreno. Sobre los plátanos se esparcen otras dos cucharadas de azúcar moreno, una pizca de pimientas variadas recién molidas y un poco de sal en escamas. Se introducen los plátanos en el horno a 200 ºC hasta que el azúcar caramelice la superficie y entonces se sacan. Cuando los plátanos asados estén templados, se sirven en los platos con una bola de helado de vainilla cerca y una cucharada de cobertura de chocolate fundido por encima. El resto de la cobertura de chocolate se presenta en una salsera aparte, para que cada uno se sirva según su gusto.
- Sorbete granizado de turrón duro y café. Se trituran 100 g de turrón con una batidora hasta formar una masa polvorienta. Se agrega la infusión de café (200 ml) con un par de cucharadas de azúcar, dos yemas de huevo y 100 ml de nata líquida, y se tritura todo hasta conseguir una fina crema. Se vierte la mezcla en un molde y se introduce en el congelador durante dos horas como mínimo. Hay que remover de vez en cuando para que no cristalice y, en cambio, quede una base de helado cremoso. En el momento de servir, se añaden 100 gramos de hielo y se tritura de nuevo hasta formar un sorbete. Se presenta en una copa ligeramente decorada con trocitos de almendras y un poco de nata montada.
Trucos sencillos para elaborar unos postres más ligeros
- Planificar con antelación el menú y terminar la comida con un refrescante sorbete. En la cocina actual no está de moda, pero es una tradición de los años 90 en muchos restaurantes que no tiene por qué perderse. Tras la comida y antes del postre, sienta muy bien un sorbete de mandarina, de limón o de piña, ya sea al natural, con un toque de cava o en formato de cóctel -como si fuese un mojito- pero con zumos de frutas naturales.
- La presencia de fruta fresca es esencial tras la comida, pero también durante la misma (ya sea en forma de guarnición, en las ensaladas del inicio o en los entremeses). Finalizar la comida con un postre con frutas ayudará a tener una sensación fresca y contribuirá a limpiar el paladar de grasas y sabores más potentes. No hace falta preparar una macedonia; sino emplear la fruta como ingrediente de tartas o pasteles. Es una opción muy saludable.
- El colorido, muy importante. La fruta fresca, con su variedad de colores, alegrará los platos y le aportará un sofisticado toque a los postres. Combinaciones como kiwi con uvas, granada, naranja y mandarina (frutas de temporada) darán una estupenda variedad cromática para que los postes sean más vistosos y apetecibles.
- Mejor los postres suaves y con textura esponjosa. Mousses fríos de frutas, de sabores navideños como turrón, o de polvorón, aligerados con yogur en vez de nata y esponjadas con claras a punto de nieve son una de las opciones que se pueden elaborar para tener unos postres ligeros y sin demasiada carga calórica. Las cremas frías con frutas o con forma de granizados ayudan a hacer una pequeña pausa tras la cual se puede seguir con la fiesta de forma ligera.
- Y si no es posible reprimir el final de la velada gastronómica y se quiere comer una tarta, es recomendable acompañarla con un sorbete de frutas. Así se conseguirá un postre más refrescante (aunque no menos calórico).
Fuente: Eroski Consumer
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