Ponche con un toque gallego

Ponche Caballero lanza al mercado su nueva botella y revela por primera vez algunos de los ingredientes que un gallego, José Cabaleiro do Lago, mezcló con los licores locales y la queimada para conseguir una receta vigente tras 185 años

Caballero, caballero, caballero, Ponche Caballero». ¿Quién no recuerda la pegadiza melodía que en plenos años noventa anunciaba esta bebida originaria del Puerto de Santa María? Veinte años después del famoso anuncio, Ponche Caballero vuelve con fuerza y se lanza a cambiar su imagen, con una botella que combina el tradicional envoltorio plata que viste su cristal desde los años 40, pero que presenta un diseño más moderno. 

La otra gran novedad es que por primera vez la contraetiqueta de la botella revela un secreto muy bien guardado: algunos de los ingredientes de una receta con más de 185 años de antigüedad.

El origen del ponche está en Persia, en la bebida que allí denominaban «panj cinco», en referencia a sus componentes: aguardiente, azúcar, limón, agua y té. La Compañía Británica de las Indias la introdujo en Occidente, donde se adaptó a los gustos locales. Fue en 1830 cuando el gallego José Cabaleiro do Lago, hasta entonces dedicado al negocio maderero, llegó al Puerto de Santa María para elaborar vinos de Jerez, una actividad muy boyante en el siglo XIX. Y fue el quien creó Ponche Visual Hunt Caballero. ¿Cómo? Mezclando los licores locales con queimada gallega y con otros productos que llegaban al Puerto de Santa María y que ahora la marca ha decidido revelar: naranjas de Andalucía, canela de Sri Lanka, vainilla de México, clavo de Madagscar y nuez moscada de Indonesia.

El lanzamiento de la nueva botella pretende también desvelar las posibilidades que ofrece Ponche Caballero como base para realizar diferentes cócteles, como así se demostró en el acto de presentación de la nueva botella en el Castillo del Puerto de Santa María.

Dos millones de botellas

Con esta fórmula, Caballero pone en el mercado más de dos millones de botellas de ponche al año. Unas 15.000 de esas botellas tienen salida en el mercado gallego, donde tiene más éxito otra marca del grupo, Ponche Cuesta, con más de 60.000 botellas vendidas al año.

Ponche Caballero está haciendo actualmente un importante esfuerzo en exportación. Al mercado extranjero salen unas 100.000 botellas al año, pero la empresa explica que es un mercado en crecimiento, especialmente el de Estados Unidos, donde la demanda se está intensificando.

El grupo

El grupo Luis Caballero es más que Ponche Caballero. Engloba también Lustau, una firma de vinos de Jerez que guarda en sus botas (así se denominan los barriles en los que envejecen los vinos de Jerez) seis millones de litros de fino, amontillado, palo cortado, oloroso, moscatel y Pedro Ximénez. Como marcas de bandera de esta oferta se sitúan La Ina y Lustau.

Mª C. GONZÁLEZ

Fuente: La Voz de Galicia