1. Scone
Podríamos decir que esta es una cerveza de leyenda, y no lo decimos por cualquier cosa. Puede que a alguno le suene el nombre 'Scone', pues hace referencia a una curiosa piedra viajera que recorrió el mundo de Egipto a Escocia pasando por Galicia y que fue disputa de reyes y varias generaciones. Este símbolo se ha usado para crear bajo él una marca de cervezas artesanas que quiere plasmar en cada una de ellas los lugares por donde la piedra Scone fue pasando.
Las cervezas artesanas Scone son sinónimo de calidad y exclusividad. La Blonde Ale de Scone, es una ale dorada de sabor suave pero con complejidad y un punto amargo que nos despierta el paladar. Diferente y exquisita, no deja indiferente. El mejor lugar para disfrutar de ella puede ser el merendero de El Cruce, a la afueras de Gijón. El dueño del local es el alma de este proyecto.
2. La Loca Juana
La Loca Juana se elabora nada más y nada menos que en el Castillo de Íscar (en Valladolid), un auténtico castillo que data del siglo XIV y que hoy es centro de producción de la que es una de las cervezas artesanas más queridas de Castilla y León. Los productos de la zona son las materias primas de esta cerveza ecológica cuya degustación es una experiencia en sí misma, no sólo por su delicioso sabor, sino también por el entorno. El castillo está muy bien aprovechado y también ofrecen visitas guiadas, talleres de iniciación a la cata o actividades de lo más originales como conquistar el propio castillo. Creatividad a raudales.
La cerveza La Loca Juana no se filtra para poder disfrutar de todas sus propiedades. Es por ello que en el fondo nos encontraremos levadura de cerveza procedente de la segunda fermentación. Entre sus variedades con nombre de mujer hay una rubia muy loca, elaborada a partir de malta Pilsen con un toque de pale ale. Gracias a su ligereza y su frescura es perfecta para tomar más de una sin olvidar pararse a saborearla con detenimiento. Aseguramos que lo merece.
3. La Virgen
Aunque esta famosa cerveza artesana se produce a las afueras de Madrid, el germen de la idea nació en San Francisco, donde Ana y Jaime, sus creadores, comenzaron a elaborar cerveza en casa como quien no quiere la cosa. Les picó el gusanillo y a su vuelta a España montaron una fábrica en la que producen cerveza a la forma tradicional, con ingredientes naturales y seleccionados cuidadosamente.
Las cervezas de La Virgen son ligeras, pensadas para esa tradición tan nuestra como es "ir de cañas". Es decir, tomar una detrás de otra. De entre su catálogo de cervezas nos llama la atención la 'Jamonera', que, como habréis adivinado, está pensada para maridarla con jamón. Una Amber Ale de alta fermentación, de color rojizo y sabor más intenso que casa a la perfección con un buen bocadillo de jamón. Organizan visitas guiadas y degustaciones.
4. Goda
Si la historia comienza con cuatro amigos que se unen para montar un negocio sobre algo que les apasiona, casi con seguridad el proyecto tendrá buen resultado. Es lo que ocurre con la cerveza artesana Goda, elaborada en la población vallisoletana de San Román de Hornija por cuatro chicos que decidieron ponerse un buen día a fabricar cerveza de forma casera y con un proceso un tanto rudimentario.
El objetivo que perseguían era claro: ofrecer una cerveza de calidad cuidando mucho la elaboración y la materia prima. El resultado no puede ser mejor. Una pale ale de alta fermentación, con un sabor constante que se disfruta en la boca y se recuerda después. De cuerpo medio y color rubio tostado, esta rubia nos ha conquistado a todos.
Pedro Madera
Fuente: MARCA
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