Más allá de la comercialización de los diferentes productos, el comercio justo es un movimiento en lucha contra las desigualdades, una reivindicación del pago justo a los productores y un llamamiento a la sostenibilidad medioambiental.
El Comercio Justo cumple 30 años en España y desde la apertura de las dos primeras tiendas una Córdoba y otra en San Sebastián las ventas no han parado de crecer. Este tipo de comercio actualmente tiene abiertas 140 tiendas y emplea a 150 personas en nuestro país. Además de sus empleados, el comercio justo mueve un gran volumen de voluntarios. En total, 2.500 personas colaboran, en su mayoría mujeres, con este movimiento de justicia social.
En 1996 las organizaciones del sector constituyeron la Coordinadora Estatal de Comercio Justo en España con la finalidad de aunar esfuerzos y fortalecer el movimiento. Desde entonces, esta Coordinadora Estatal presenta anualmente informes que ponen en situación al comercio justo en nuestro país y trabaja en la sensibilización de la ciudadanía en favor de un comercio más sostenible, social y medioambientalmente.
El informe referente al 2014 refleja que el comercio justo movió 33,2 millones de euros, no sólo desde tiendas especializadas sino también gracias a que grandes distribuidoras y cadenas de supermercados comenzaron a interesarse por ciertos productos que incluyeron en su cadena de distribución. Un ejemplo de esto fue el caso de Oxfam que en el año 2000 vendió a una cadena de supermercados todo un palé de café iniciando así la expansión del comercio justo a otros espacios de venta.
No obstante lo importante del comercio justo no es sólo el volumen de ventas que registren las pequeñas tiendas sino la gran labor de concienciación que promueven.
El consumo en nuestro país de productos de comercio justo se ha ido incrementando desde los últimos 15 años, pero aún España sigue gastando 19 veces menos que el resto de Europa en este tipo de productos. Concretamente, cada español gasta sólo 0,70 céntimos en comercio justo, frente a los casi 40 euros que gastan en países como Suiza. Pero a pesar de que el consumo en España aún crece a ritmo lento, en parte por la crisis económica que ha venido viviendo el país, en relación al comercio justo también hay buenas noticias que celebrar.
CIUDADES POR EL COMERCIO JUSTO
En España hay un total de 14 ciudades que tienen el reconocimiento de “ciudades por el comercio justo” entre las que se encuentran Córdoba, León, Madrid, Laredo (Cantabria), Puerto Real (Cádiz) y Málaga o Donostia-San Sebastian, a las que hay que añadir Burgos y Valladolid como incorporaciones más recientes. Además otras muchas localidades están trabajando muy activamente para lograrlo como son Albacete, Huelva, Cáceres y Zaragoza.
Para conseguir la denominación Ciudad por el Comercio Justo las ciudades deben cumplir unos criterios básicos. Así deben ofrecer productos de Comercio Justo en cafés, restaurantes y tiendas de la ciudad, tener el compromiso del sector privado y organizaciones introduciendo este tipo de productos en su consumo interno, comunicar y sensibilizar a la ciudadanía y, además, crear un grupo de trabajo que coordine todo el programa. Con esta denominación no se pretende más que sensibilizar y concienciar a la ciudadanía sobre la necesidad de poner en práctica hábitos de consumo responsable a través de la compra de productos de Comercio Justo para contribuir a un Desarrollo Sostenible, principalmente en países empobrecidos del Sur.
CERTIFICACIONES DE COMERCIO JUSTO
Desde 2005 la certificación FairTrade Iberica opera en España y Portugal. Esta organización ya tiene certificados más de 400 productos de 70 empresas diferentes.
Flocert es otra certificación que podemos encontrar en nuestro país y, al igual que la etiqueta FairTrade, esta certificación indica que el producto ha seguido de manera responsable toda su cadena de producción, es decir, que desde la extracción de la materia prima hasta llegar a las manos del consumidor, toda la cadena ha sido respetuosa con los trabajadores y el medio ambiente, y garantiza al consumidor que lo que paga por el producto es un precio justo. Asimismo cabe destacar que, por regla general, los productos de comercio justo son productos de alta calidad precisamente por el trabajo artesanal y sostenible con el que el producto es elaborado.
Actualmente existen más de 2.000 organizaciones productoras repartidas en 75 países de África, Asia, América Latina y el Caribe, siendo sus beneficiarios directos más de dos millones de trabajadores y productores, sus familias y comunidades. Por continentes, África es el más beneficiado por el Comercio Justo.
EMPRESAS ALINEADAS CON EL COMERCIO JUSTO
Productos como el té, el café, el azúcar, el cacao y la artesanía representan las ventas más características de este tipo de comercio con el que ya grandes distribuidoras en nuestro país han querido también identificarse.
Cadenas como Alcampo se ha sumado a The Supply Chain Initiative de la Unión Europea cuyo propósito es promover prácticas comerciales justas en la cadena de suministros de alimentos, Eroski ha superado en 2015 la exigente auditoría externa de la certificación SA 8000 que vela por las adecuadas condiciones de trabajo de todos los que intervienen en lacadena de valor, Lidl incorpora productos con el sello Fair Trade en sus tiendas como son el chocolate y el café. Carrefour, Consum, Hipercor, LeClerc, Natura, OpenCor, SuperCor, Simple, o Veritas también incorporan en su oferta hasta doce productos diferentes con el sello FairTrade.
Por su parte Nestlé en el 20005 lanzó un café de comercio justo llamado NESCAFÉ Partners´Blend, hecho de granos Arábica certificados de comercio justo principalmente de las fincas de El Salvador y Etiopía. Más recientemente, comenzaron con el Plan NESCAFÉ, una iniciativa global que apoya la agricultura, producción y consumo responsablede café y Café Novell tiene en el mercado un café ecológico con doble certificación, por una parte certificación FLO (Flocert) y orgánico.
Si bien en el sector de la alimentación ya se está viendo cierta voluntariedad por parte de las grandes cadenas de distribución para incluir el comercio justo entre su oferta de productos, en nuestro país el sector textil tiene aún que abrirse a las nuevas formas de comercio sostenible.
Luisa Ortega
Fuente: Corresponsables
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