1. No añadiste la levadura
A la hora de preparar el bizcocho te olvidaste de agregar la levadura o el polvo para hornear, o bien, no le has puesto la suficiente. La levadura es lo que impulsa al bizcocho y lo hace crecer, por lo que no importan si lo has batido demasiado o si tu masa se veía maravillosa, sin levadura no subirá.
2. Te pasaste con la levadura
Para que el bizcocho crezca es importante añadir levadura sí, como bien comenté anteriormente, pero esto no significa tampoco que debas echarle una barbaridad. Si se te fue la mano con la levadura y le has agregado el doble de lo que la receta indicaba pensando que así iba a crecer mucho más, pues infelizmente te has equivocado.
3. Tu masa es demasiado líquida
Para hacer un bizcocho precisaremos una lista de ingredientes húmedos y secos. Si has echado más cantidad de líquidos de lo que realmente indica la receta, probablemente le faltan ingredientes secos, por lo que tendrás que agregar harina, dado que al hornearlo el bizcocho se bajará.
4. ¿Horneaste un ladrillo o un bizcocho?
Si al sacar el “bizcocho” del horno te ha quedado demasiado pesado y duro, te diría que hasta incomible, el problema está en que te has pasado con los ingredientes secos y, por ello, quedó súper pesado como para levar.
5. El batido es importante
No por nada en los envases de la mezcla de bizcochos dice que debes dedicarle al menos 7 minutos de batido a mano o la mitad en batidora eléctrica. Esto es porque todos los ingredientes deben integrarse bien para que la mezcla quede homogénea, aireada y espumosa.
6. La temperatura del horno estaba mal
El horno siempre debe encenderse a la temperatura indicada en la receta y, luego, si fuera necesario, al introducir el bizcocho se baja para ajustarla y se mantiene hasta el último minuto de cocción.
7. Cuidado con abrir la puerta
Si vas a echarle un vistazo a tu bizcocho para saber si está listo, te aconsejo que lo hagas una vez transcurridos los primeros 30 minutos, ya que si lo haces antes corres el riesgo de que el bizcocho se baje.
Si has cometido estos errores, es probable que el bizcocho te haya quedado bajo, duro y sin vida. Por ello, si no quieres desperdiciar dinero, ni tiempo, te aconsejo que mires muy bien la receta y observes si tienes todos los ingredientes y que estos estén bien calculados. Una vez que tengas todo, enciendes el horno para precalentarlo mientras preparas el bizcocho casero.
Fuente: Placer al Plato
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