Un plato puede ser muy sano y nutritivo, pero si lleva una mezcla errónea de ingredientes te sentará muy mal. Descubre cómo comer inteligentemente
De pronto comienzas a sentirte mal. Te duele la tripa o, peor aún, no puedes levantarte de la taza del WC. No entiendes nada: has comido supersano y las cantidades correctas. Ajá, amigo, el problema ha sido la combinación de alimentos que has hecho. Una comida puede ser muy sana, pero si lleva una mezcla de ingredientes errónea te sentará mal. Además de una mala digestión, tu cuerpo no asimilará bien los nutrientes ni los eliminará correctamente. Tus defensas bajarán y desequilibrarás tu organismo. Vamos, un cuadro.
El ajo y la carne te sentará genial. (iStock)
¿Por qué combinar bien es tan importante? Porque los jugos gástricos del estómago segregan cierta acidez para digerir un alimento u otro. Por eso, cuando tiene que hacerlo con diferentes tipos, este tiene que hacer un gran esfuerzo. En este caso, el proceso de digestión tardará muchísimo y será muy pesado. El organismo necesitará mucha energía para digerir, y por tanto no podrá centrarse en otras funciones como depurar el cuerpo. Si la mezcla es muy mala, los alimentos además pueden llegar a fermentarse en el cuerpo sin haber sido digeridos. El estómago está diseñado para digerir un solo alimento cocinado a la vez, por eso es importante saber qué le damos en una sola comida.
La teoría sobre una correcta combinación de alimentos no es nueva. De hecho, surgió en el siglo XX durante el movimiento higienista. Su creador fue William Howard, pero el doctor y naturópata Herbert M. Shelton fue quien la popularizó.
El estómago está diseñado para digerir un solo alimento cocinado a la vez, por eso es importante saber qué le damos en una sola comida
Según esta teoría, si mezclamos bien los grupos de alimentos nos sentiremos mucho mejor, por dentro y por fuera. Estaremos de buen humor, repletos de energía, con una piel estupenda, con la mente más despejada, y no caeremos enfermos. Si quieres saber qué clase de comidas combinar, sigue leyendo.
Tres combinaciones ganadoras
Ya sabemos que no se pueden mezclar los alimentos arbitrariamente. Ahora vamos a especificar qué clase. Para muestra, un botón. El libro 'Eat for Extraordinary Health & Healing' (MH Rodale) nos da unas ideas básicas y sencillas, que han sido recogidas por la sección de salud de 'Mens Health'.
1) Filete, ajo y cebollas
Estos tres alimentos son una unión ganadora. Las investigaciones sugieren que el ajo y las cebollas ayudan al cuerpo a absorber el zinc. Y estos, combinados con la carne, que está repleta de minerales y hierro, le sienta genial a tu organismo.
Para hacerlos, los expertos recomiendan cocinar el ajo y las cebollas en una cacerola fría con un poco de aceite. Luego, se debe pasar a encender el fuego, para evitar que el ajo se queme.
2) Huevos enteros y espinacas
Una mezcla riquísima y muy sana. Un estudio de la Universidad de Purdue (Indiana, Estados Unidos), reveló que los individuos que habían tomado espinacas con huevos absorbían hasta nueve veces más de antioxidantes y carotenoides que aquellos que solo habían ingerido huevos.
Una dieta alta en productos ricos en carotenoides, como espinacas, zanahorias y batatas (patatas dulces), puede reducir considerablemente el riesgo a sufrir enfermedades cardíacas y algunos tipos de cáncer.
La teoría sobre la combinación de alimentos no es nueva. Surgió en el siglo XX durante el movimiento higienista. Su creador fue Herbert M. Shelton
Si eres vegano y no consumes huevos, puedes sustituirlos perfectamente por otros tipos de alimentos ricos en grasas saludables como el aceite de oliva, aguacate y nueces.
3) Patatas y pimienta roja
Los investigadores de la India descubrieron que la capsaicina, un ingrediente de la pimienta de Cayena, aumentó la absorción del beta-caroteno, un antioxidante muy potente que el organismo transforma en vitamina A, fundamental para la vista. Los pimientos picantes también son ricos en capsaicina.
Reglas para combinar los alimentos
Hay una guía básica sobre los alimentos que se deben mezclar y los que no. Atento:
- Las frutas dulces se deben comer solas y con el estómago vacío. Si las combinas con carbohidratos complejos o proteínas se producirá fermentación en tu estómago, lo que favorecerá el crecimiento de levaduras y bacterias. Las frutas ácidas, en cambio, sí que pueden combinarse con proteínas (con yogur, por ejemplo).
- Los alimentos proteicos no deben combinarse con aquellos altos en almidón; por ejemplo, mezclar patatas y pollo. Cada clase necesita un tipo de pH para la digestión, y mezclarlos te hará mal.
Si mezclamos bien, estaremos de buen humor, repletos de energía, con una piel estupenda, con la mente más despejada, y no caeremos enfermos
- Las verduras puedes comerlas con todo menos con frutas dulces. Te sentarán genial con alimentos proteicos (carnes, pescados).
- No debes mezclar diferentes tipos de proteínas, debido a su compleja diversidad de aminoácidos.
- Los líquidos, mejor fuera de las comidas. Los expertos recomiendan beber media hora antes de la comida, y esperar hasta tres horas después de comer para seguir haciéndolo.
Pues ya sabes, si lo haces mal a partir de ahora es porque quieres.
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