Cañas, quintos, tercios, tubos, zuritos… Cerveza. Es la bebida que más se consume en los bares españoles y siempre se agradece que la sepan tirar bien. Te enseñamos cómo hacerlo
Nos gusta el vino, sí, y cada vez tenemos una mayor cultura enológica. Pero si nos ponemos a hablar de un producto estrella de la hostelería, este es sin duda la cerveza. Los españoles nos metemos al cuerpo una media de 47 litros al año y, según datos de la patronal, entre el calor de los últimos veranos y la recuperación económica, el consumo sigue al alza.
¿A que te la beberías ya mismo?
Estos mismos datos nos indican que, a lo largo de 2015, el 64% de este consumo se dio en los bares. Las cañas (o como cada cual llame en su pueblo al vaso de cerveza) forman parte de nuestro ocio y recreo, y aunque nos la bebemos casi que de cualquier manera, cierto es que apreciamos aquellos lugares en los que nos la sirven bien. ¿Y cómo se tira bien una cerveza? A pocos días de que se celebre la cuarta edición del Campeonato Nacional Estrella Galicia de Tiraje de Cerveza -donde los mejores de cada región se enfrentarán por el título de mejor tirador de España-, Fernando Iglesias, responsable de Cultura de Cerveza de Estrella Galicia, nos da las claves de cómo servir una caña perfecta.
Campeonato de tiraje.
Temperatura de la copa. Nos encanta que nos pongan la copa helada, con escarcha en los bordes, ¿verdad? Error: "La copa debe estar fría, pero no helada, ya que el hielo descarbonata la cerveza, perjudica a la espuma e influye en la temperatura de consumo". Otro truco: conviene mojar el interior de la copa con agua justo antes de tirar la caña. “Este truco ayuda a refrescar el cristal, eliminar minúsculas partículas de abrillantador o detergente, y generar una película prácticamente imperceptible de agua que ayuda a que la cerveza se deslice con suavidad dentro de la copa sin generar espuma.
La cerveza en su esplendor.
Descarte. Se llama así a ese paso en el que se abre el grifo y se deja que elprimer golpe de espuma caiga fuera de la copa. Se trata de que lo primero que entre en ella sea cerveza.
¿Cuánto se inclina? Los cánones dictan que, mientras se sirve desde el grifo, se debe tener la copa inclinada 45 grados. “El líquido se desliza suavemente por la pared interior de la copa con un caudal moderado y constante”. Ahora viene lo difícil: a medida que la copa se va llenando, hay que ir girando la muñeca para alcanzar la verticalidad: cuando tengamos tres cuartos llenos, se corta el grifo.
Ponerle la corona. A partir de ahí, se trata de conseguir tres centímetros de espuma cremosa. Se llama la coronación. "Con la copa en posición vertical, abrimos solamente un cuarto de grifo, impidiendo parcialmente la salida de la cerveza. De esta forma la emulsionamos, generando una espuma muy espesa y densa que se convierte en un elemento imprescindible en un buen tiraje”.
Bien coronadas.
Con encaje. El resultado final, concluye Fernando Iglesias, es "una caña en la que puede apreciarse con nitidez una nebulosa de carbónico debajo de la espuma cremosa". Con cada sorbo que demos, quedarán marcas o aros de espuma adheridos a las paredes de la copa. Es el conocido encaje de Bruselas.
MARÍA CORISCO
Fuente: Vanitatis - El Confidencial
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