Mejora la memoria.
Un poco de vino al día puede ayudarnos a retener información al menos a corto plazo, esto gracias a los efectos del resveratrol que se encuentra en la piel de la uva.
Disminuye la caries.
El vino contiene antioxidantes naturales que disminuyen la caries y reducen las bacterias de la placa dental eliminando casi el 60% de las bacterias que se encuentran en nuestra boca, lo que ayuda a prevenir las molestas y costosas caries.
Contribuye a mantener las grasas y el colesterol equilibrados.
Ciertos componentes químicos del vino bloquean el desarrollo de células grasas. Esto junto a una dieta equilibrada, nos pueden ayudar a perder peso. Definitivamente yo tengo mucha fe en esta teoría.
Nos conserva jóvenes.
Los antioxidantes que contiene el vino tinto nos ayudan a mejorar el aspecto de nuestra piel, de hecho son muchísimos los tratamientos de belleza que sacan provecho de todos los componentes del vino.
Aumenta nuestra libido.
Basado en diversos estudios, se tiene conocimiento que existe una relación potencial entre la ingesta de vino y una mejor sexualidad. Además está comprobado que es un excelente afrodisíaco, pues nos ayuda a liberar una gran cantidad de endorfinas en nuestro organismo.
Combate el estrés.
Los antioxidantes del vino son un excelente aliado para reducir nuestros niveles de estrés, una reacción fisiológica que en exceso empeora nuestro bienestar físico y emocional.
Reduce el riesgo de algunos tipos de cáncer.
Diversos estudios han demostrado que la ingesta de vino ayuda a la ralentización del cáncer de pulmón, así como la prevención de ciertos tipos de cáncer de piel, entre otros.
Ayuda a nuestro corazón.
El vino previene la aparición de actividades coronarias, ya que reduce las lipoproteínas de baja densidad (colesterol malo) y aumenta las lipoproteínas de alta densidad (colesterol bueno).
Previene cataratas.
El consumo de vino tinto y una dieta rica en antioxidantes nos ayuda a prevenir cataratas, la principal causa de pérdida de visión en las personas mayores.
Nos hace felices.
Quien vino a este mundo y no toma vino, entonces a que vino.. Esta y muchas frases verdaderas hacen de quien consume esta bebida una persona feliz, ya que las endorfinas que se liberan con su consumo ayudan a nuestro cuerpo a entrar en un estado de relajación y felicidad, y pues como dice el dicho: Quien tiene vino, nada le falta.
Son muchos los beneficios de un consumo moderado de vino en nuestro organismo. La Organización Mundial de la Salud. OMS, aconseja un consumo diario no mayor a dos copas de vino en hombres y una copa al día en mujeres, esto acompañado de una dieta saludable, con ejercicio y mucha responsabilidad.
GUSTAVO ESPINOSA MIRELES
Fuente: Vanguardia
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