- La termodinámica nos ayudará a enfriar la cerveza si hemos tenido un despiste
- Tan sólo necesitamos agua, sal, y un poco de hielo de nuestro congelador
- La sal influye unos grados en la temperatura de congelación del agua
La cerveza es una de las principales bebidas que se utilizan para realizar con la familia o amigos alguna celebración. Sin embargo, existe un extraño motivo por el que siempre nos olvidamos de ponerla a enfriar en la nevera. Preparamos la fiesta, compramos y hacemos la comida... pero las cervezas siempre se quedan fuera de la nevera hasta el último momento cuando nos damos cuenta. Al menos ahora tendremos un remedio para solucionar, en cuestión de minutos, este descuido.
Fotografía de una cerveza fría. Imagen: Pixabay
Y es que hasta en los momentos menos pensados y más comunes del día a día, la ciencia puede ayudarnos... Si eres un despistado y de forma continuada se te olvida meter las bebidas de la celebración en la nevera, tranquilo, es más habitual de lo que podrías pensar. No son pocos los que sufren este despiste, sin embargo, no es necesario que tus invitados beban cerveza tibia o que se arruine la fiesta o celebración por ello. Con este truco podrás enfrían la cerveza en 5 minutos, y todo gracias a la ciencia y a la termodinámica.
Sí, la rama de la física encargada del estudio de la interacción entre el calor y otras manifestaciones de la energía, es lo que necesitamos para enfriar el líquido de una botella en cuestión de segundos, y para ello no tenemos que ser Albert Einstein o Stephen Hawking. Se trata de uno de los mejores métodos y más sencillos para refrescar bebidas. Además de simple, es bastante habitual que las personas dispongan de los materiales necesarios en su casa o, al menos, a pocos metros en la primera tienda del barrio.
Para lograr que la cerveza se enfríe en cuestión de segundos gracias a la termodinámica debes seguir estos paso:
1 - Llena un buen recipiente con agua, hielo que puedas tener en tu congelador, y mucha sal. Asegúrate de tener la suficiente agua como para introducir las botellas que queremos enfriar y estas queden recubiertas totalmente.
2 - En condiciones normales, por mucho hielo que tenga el agua, las botellas no se enfriaran en minutos. Pero tranquilo, funcionará. Sumerja las latas o las botellas de vidrio en el agua, tanto como sea posible. Intenta que no estén demasiado apretadas, para que el agua helada fluya entre ellas. Ahora pon este recipiente en una nevera o congelador durante sólo 5 minutos.
3 - Tras cinco minutos de espera, ya puedes disfrutar de una cerveza totalmente refrescante que parece que lleva horas en la nevera.
Fotografía de una cerveza fría. Imagen: Pixabay
Por supuesto, el gran misterio reside en el agua, y en concreto en el agua salada. Sin duda recordarán de vuestra clase de ciencias que el agua salada necesita mucho más frío para congelarse que el agua normal. La temperatura de congelación del agua pura es 0 ºC, mientras que el agua salada necesita, al menos, -2 ºC para congelarse. En definitiva, la sal de mesa se descompone en iones de sodio y cloruro, que interfieren con la capacidad de las moléculas de agua para formar hielo. Es decir, la sal deshace el hielo.
A ojos de cualquier persona, la sal lo que estaría haciendo es calentar el hielo, y hacer que este se derrita de forma rápida. Sin embargo, el efecto es todo lo contrario. La sal provoca que el hielo se descomponga en el agua, pero sin perder su temperatura, debido a que el agua con sal sigue sin congelarse a 0 ºC. El resultado es que, en pocos minutos, disfrutaremos de un baño de agua a 0 ºC alrededor de nuestras cervezas. Esto hace que la cerveza se enfríe mucho más rápido.
Fuente: EcoDiario
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