Casas Viejas fusiona elementos naturales y cultivados en el Bajío para confeccionar esta bebida artesanal
En una expresión ecológica cimentada totalmente en la innovación, emprendedores mexicanos lograron confeccionar una cerveza artesanal a partir del agua obtenida de la lluvia, la cual es utilizada en todos los procesos y técnicas cerveceras.
En la temporada pluvial se obtienen 100 mil litros de agua de los techos de las instalaciones de la Cervecería Casas Viejas; con esa cantidad, se producen dos mil litros de cerveza al mes, aseguró Norberto González Rodríguez, quien es ingeniero, maestro cervecero y uno de los aventureros que han hecho este proyecto realidad.
Norberto dijo que después de los trabajos de potabilización a los que es sometida el agua de lluvia, la pureza y la confiabilidad de esta cerveza cumple con el más alto nivel de calidad; de esta forma, la pureza del agua utilizada para la elaboración de la cerveza es segura.
“En cuestiones microbiológicas esta agua es muy segura; no está contaminada con cosas químicas extrañas, ya que es agua que cae directamente del cielo a los techos, y está en una atmósfera también muy limpia”.
Alfredo Guerrero Otamendi se sumó al equipo de trabajo del empresario Norberto González, y es gerente comercial de la Cervecera Casas Viejas; su apoyo ha servido para la consolidación de este propósito, y comenta que esta idea nació y se desarrolló en la población de San José Iturbide, en Guanajuato.
Alfredo platicó en entrevista con Excélsior que esta bebida ecológica es 100% mexicana, pues se procesa a partir de productos cultivados en la región del Bajío, como es el amaranto, el mezquite y el gordolobo.
“Es totalmente elaborada con agua de lluvia porque el proyecto nació así, queríamos desarrollar una idea ecoamigable y sustentable, entonces de alguna manera creemos en esa parte, y así lo quisimos conservar: para todos los tipos de cerveza usamos agua de lluvia en su totalidad”, aseguró Otamendi.
Alfredo y Norberto comentan que paradójicamente, la inquietud para adentrarse en el mundo de la producción cervecera artesanal surgió tras una plática al calor de unas cervezas.
Lógicamente los riesgos en la producción de este novedoso estilo de cerveza se sustentan en la posibilidad de que la temporada de lluvias se vea reducida, por lo que Norberto González aseguró que en la planta productora cuentan con un plan de almacenamiento preventivo con el que se solventa esta situación.
Explicó que podría dejar de llover un año sin que la escasez de agua afectara la producción.
“La planta está hecha con diseño modular para crecer de acuerdo con la demanda; cada módulo es como un ente en sí, tiene una cisterna, un sótano de producción, un número determinado de calentadores solares; de acuerdo con la precipitación pluvial que hay en San José Iturbide, Guanajuato, está calculada la cisterna, también con los metros de captación de tal forma que 170 metros cuadrados de captación llenan la cisterna de 100 mil litros”, explicó Norberto González.
“Estamos hablando de una cisterna de más de tres pipas de tráiler, es bastante grande, y la verdad es que se ha llenado en una sola temporada de lluvias, y para preocuparnos, tendría que dejar de llover todo un año”, complementó.
Entre los tipos de cerveza que produce Casas Viejas están unas muy peculiares como la hecha con mezquite, amaranto y gordolobo, así como las clásicas de estilo británico y de Países Bajos.
Esta innovación en el sector de las bebidas fermentadas fue presentada en el VII Festival Internacional de la Cerveza de Morelia, donde conocedores y público en general degustaron por igual las mejores cervezas artesanales de América Latina.
MIGUEL GARCÍA TINOCO
Fuente: Excelsior
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