El experto cervecero Max Bakker asegura, y demuestra en el vídeo, que si nos tomamos una cerveza que se ha echado sin espuma y después comemos algo, el CO2 que no ha sido liberado en el vaso se liberará dentro de nuestro estómago y esa es la razón por la que nos sentimos hinchados cuando la tomamos.
La demostración es bastante gráfica, ya que introduce un trozo de comida en la cerveza y se ve claramente como empieza a producirse la reacción y a desbordar el vaso. En cambio, cuenta el sommelier, si la cerveza se echa de forma contundente produciendo espuma ya no pasará nada al mezclarla con la comida porque el CO2 ya habrá sido liberado. “En esta espuma vamos a encontrar el sabor dulce de la malta y el amargo del lúpulo pero lo que realmente hace es proteger la integridad del aroma que hay debajo de la espuma”, detalla Bakker.
De manera que, según este experto, hasta ahora las cervezas alabábamos por tener poca espuma nos han estado haciendo daño en el estómago y produciendo hinchazón. Por otro lado Bakker también dice que siempre hay que beber la cerveza del vaso, así que todos aquellos que en el bar decían: “llévate el vaso que yo me la tomo del botellín”, también se han estado yendo a casa con el barrigón de cervecero por desconocimiento.
Fuente: Código Nuevo
De manera que, según este experto, hasta ahora las cervezas alabábamos por tener poca espuma nos han estado haciendo daño en el estómago y produciendo hinchazón. Por otro lado Bakker también dice que siempre hay que beber la cerveza del vaso, así que todos aquellos que en el bar decían: “llévate el vaso que yo me la tomo del botellín”, también se han estado yendo a casa con el barrigón de cervecero por desconocimiento.
Fuente: Código Nuevo
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