Captura de pantalla: Reuters
El proyecto es un experimento a medias entre un equipo de investigadores de la Universidad del Sur de Bohemia y una compañía cervecera llamada Protivin. El uso de cangrejos de río no es casual. Estos crustáceos de agua dulce son increíblemente sensibles a los cambios en la calidad del agua en la que viven. Pavel Kozak, director del Instituto de Hidrocultura e Hidrología en la Universidad explica:
Los cangrejos de río son auténticos laboratorios químicos vivientes. Aquí los utilizamos en conjunción con varios biosensores que registran sus constantes vitales. Los sensores tradicionales reaccionan muy rápidamente a un cambio específico en el agua, pero no son capaces de registrar cambios múltiples. Los cangrejos sí que lo hacen.
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El sistema está dando tan buenos resultados que sus creadores ya lo han patentado. El agua destinada a elaborar cerveza pasas primero por varios tanques en los que viven los cangrejos de río. Los sensores que registran las constantes vitales de los cangrejos permiten monitorizar Cualquier cambio en la acidez, la alcalinidad o la proporción de sedimentos en el agua y realizar los ajustes necesarios.
El siguiente paso de los investigadores es eliminar los sensores pegados al caparazón de los cangrejos y usar cámaras de infrarrojos que registren sus constantes vitales sin usar métodos tan invasivos con el animal. De momento, Protivin puede presumir de tener a los técnicos especializados en química del agua más peculiares del sector cervecero. [vía Reuters]
CULTURA CERVECERA
Carlos Zahumenszky
Fuente: Gizmodo
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