Foto: Socialvinum
Refrigerador: esta sería la forma más común de tener frío un vino, al simplemente mantenerlo en el refrigerador hasta que lo consumamos. Aunque esto es muy práctico, también tiene algunas desventajas, como pueden ser: el vino ocupa un lugar en el refrigerador, la temperatura del refrigerador no puede ser la correcta y por último el vino puede absorber los aromas de algunas cosas que se encuentran en el refrigerador como pueden ser alimentos preparados, cebolla, chiles, etc.
Congelador: muchas veces por las prisas nos acordamos en el momento de enfriar un vino y la forma práctica es meterlo en el congelador. El principal inconveniente es que muchas veces no calculamos bien cuánto tiempo dejar el vino en el congelador, lo que nos puede generar que la botella (vidrio) se enfríe, pero el contenido no; o bien que se nos pasé de frío afectando su percepción al momento de servirlo, lo que no es ideal.
Hielera: en mi consideración la mejor forma de enfriar un vino es usando una hielera, cubeta o algún recipiente en donde quepa bien la botella o botellas que necesitemos enfriar y a ese recipiente agregarle lo siguiente: Agua, hielo y sal. Esta combinación permite que el agua baje su temperatura de forma rápida e igualmente el líquido dentro de la botella baja su temperatura al mismo ritmo que el agua. Cada vez que enfrío los vinos usando esta forma, veo que con aproximadamente 10 minutos los vinos quedan perfectos para servirse y disfrutar el vino en todos los sentidos.
Espero que estos consejos les funcionen para poder enfriar los vinos de forma adecuada y los invito a probar cada método para ver con cual se sienten más cómodos.
Salud!!
Fuente: Merca 2.0
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