Ya sea en lata o en botellín, la cerveza cuenta con millones de adeptos en el mundo. De hecho, todo bebedor de cerveza que se precie tiene su marca y formato preferido.
En botellín, lata o jarra, lo cierto es que la cerveza tiene un gran sabor [Foto: diariovasco.com]
Es difícil decir si la lata es mejor o lo es el botellín, aunque sí que existen ciertas diferencias entre ambos tipos de cerveza. Cabe destacar que la cerveza en sí es la misma, aunque sufre ligeras variaciones debido al sistema de envasado.
El botellín de cerveza frente a la lata tiene la ventaja de conservarse mejor durante más tiempo
En el momento de envasar el botellín, dado que el cuello es más estrecho que el del orificio de la lata es más fácil cerrarlo sin que quede oxígeno en su interior, el cual favorece su deterioro. Pero en el caso de las latas es más complicado taponarla sin que quede nada de oxígeno en su interior, ya que su abertura es mayor. Es por ello que la cerveza se estropea antes, cogiendo como muchos dicen “sabor a lata”. En este sentido, sí que el botellín sería mejor.
Pero seguro que los bebedores de cerveza más experimentados habrán notado que tampoco es exactamente igual una cerveza de la misma marca en botellín y en lata. Y es que los que beben de morro de la botella habrán notado que la cerveza tiene más gas.
Esto se debe a que el botellín está pensado para que la cerveza se sirva en un vaso o jarra para ser tomada, proceso en el cual se pierde gas, por lo que las empresas cerveceras introducen algo más de carbónico en el botellín antes de sellarlo.
En ese sentido, la lata está pensada para beber a morro de ella, por lo que este problema no existe. De hecho, si la lata tiene tanto éxito es porque se pensó para ser cómoda y fácil de trasportar y almacenar.
¿Llegó antes la lata o el botellín?
Antiguamente la cerveza se vendía en botella o botellín reutilizable por lo que después de bebérsela había que devolverle el envase al vendedor. Esto suponía una desventaja tanto para los vendedores, ya que su ratio de venta quedaba limitado, como para los consumidores.
Fue en 1934 cuando aparecieron las primeras latas de cerveza. Aunque anteriormente ya se enlataban líquidos, estos envases no soportaban la presión del gas de la cerveza y explotaban. La solución fue recubrir el interior con una capa que hiciera la lata más resistente, y de está forma en 1935 se puso a la venta la primera lata de cerveza, causando sensación.
Fuente: Guía Gastronomika - Diario Vasco
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