Dentro de la rica gastronomía mexicana, el burrito se ha hecho un hueco como uno de sus platos más conocidos en todo el mundo, especialmente en la comida callejera.
Partiendo de que la tortilla de maíz es una de las bases de la cocina mexicana, no es de extrañar que encontremos numerosos platos que usan, de una u otra forma, este ingrediente. Si las fajitas se caracterizan por estar rellenas, pero abiertas por un lado, y el taco consiste en comida enrollada dentro de la tortilla, el burrito es un cilindro el cual rellenamos a posteriori.
El burrito, tal y como lo conocemos hoy, comienza su andadura a principios del siglo XX, y es uno de los platos más típicos de la zona de Chihuahua, desde donde se ha exportado al resto del mundo, siendo otra de las recetas más importantes de la cocina Tex-Mex, a caballo entre la frontera mexicana y de los Estados Unidos. De hecho, los burritos son muy populares en esta región, dejando espacio para los tacos en el resto del país.
Una de las claves del burrito es que la tortilla se suele pasar por la parrilla o la sartén para hacerla más resistente y flexible a la hora de rellenarla y doblarla. En cuanto a las diferentes recetas de burritos, las hay a centenares. De las más sencillas, que sólo incluyen carne y frijoles, a las más barrocas que añaden lechuga, guacamole, crema agria, queso, tomate, salsas variadas o pico de gallo. Una guarnición clásica es un poco de arroz hervido.
Los burritos, igual que los tacos, se han vuelto un referente de la comida callejera, tanto en México como en el resto del mundo. Es un plato ideal para comer en cualquier parte y la variedad de sus recetas permite experimentar con él hasta extremos que parecían improbables, como es el caso del sushirrito, una curiosa fusión entre el burrito mexicano y el sushi japonés.
Alfredo Álamo
Fuente: Bon Viveur
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