El yogur juega un papel como facilitador del consumo de alimentos como fruta, frutos secos, cereales integrales.
Lo mismo indica Rosa Mª Ortega, catedrática de Nutrición de la Universidad Complutense de Madrid, añadiendo que no beneficia más o menos a la salud el tomarlo en un momento o en otro.
Por ello, Villarino aconseja que cada individuo lo haga en el momento que le resulte más cómodo. “Hay personas que eligen el desayuno porque el frío del yogur les resulta agradable para combinar con otros alimentos. En cambio, a otras les parece un postre perfecto (ya que no es tan dulce como algunas frutas) o una buena recena antes de irse a la cama”.
En algunas dietas se aconseja a media mañana o merienda, ¿por qué?
El motivo de recomendar la ingesta de yogur a media mañana o como merienda posiblemente sea sustituir a otros alimentos hipercalóricos y pobres en nutrientes que se toman con frecuencia en estas horas del día, comenta Ortega. Al respecto, Villarino señala que “es cierto que son ingestas que invitan a comer algo calificado como ligero (a la vista) o ‘saludable’ (entendido como algo bueno), pero creemos que cualquier otra opción puede ser válida, comiendo el yogur en otro momento del día”.
La dietista-nutricionista de Codinma recalca que cada persona debería elegir en qué momento le resulta más cómodo tomarlo sin imposiciones por parte de los profesionales. “Desde nuestro Colegio creemos en la educación nutricional a través de pautas y modificaciones de hábitos y no en la imposición de normas, por lo que un cambio sería la incorporación del yogur en las ingestas de media mañana o de la merienda. Sin embargo, si en ese momento es imposible que guardes de forma correcta la cadena de frío, no puedes transportar el producto o simplemente estás por la calle y no puedes comerlo de la forma adecuada o como a ti te gusta, este hábito no se adaptará a ti”.
Facilitador del consumo de frutas, cereales integrales y frutos secos
El yogur juega un papel como facilitador del consumo de alimentos como fruta, frutos secos, cereales integrales… De esta manera, permite múltiples combinaciones saludables en el marco de una alimentación equilibrada.
Según Villarino, no hay un número máximo de yogures al día. “Lo ideal es repartir la ración de calcio entre las distintas opciones que existen. Esta cantidad varía en cada grupo poblacional y en la edad de cada uno, así como en el momento en el que nos encontremos. Es decir, no será la misma necesidad de calcio en un niño de 8 años que en una embarazada de 34 o en un señor de 67. Por ello, entre los distintos alimentos que lo aportan están los yogures, la leche, el queso, los derivados lácteos… Pero si nuestro alimento ‘favorito’ es el yogur, bienvenido sea si queremos que nuestro aporte diario de calcio venga de su mano”. En el caso de los deportistas, Ortega dice que “pueden tomar más yogur (así como más cantidad de otros alimentos)”.
¿Cómo puede ayudar el yogur a personas con problemas para digerir la lactosa?
“Lo más importante es que si notan molestias, se confirme esa problemática a través de pruebas médicas. No sirve de nada que realicemos una dieta de exclusión de lactosa porque comencemos a tener problemas para digerirla, ya que si durante un tiempo prolongado nos exponemos a retirar este nutriente es probable que finalmente nos mostremos como intolerantes. Lo mismo ocurre con la exclusión de otros nutrientes de nuestra alimentación, puesto que si de forma puntual nos exponemos a ellos, es posible que sintamos molestias debido a la cantidad de tiempo que llevamos sin consumirlos”, explica Villarino.
En la misma línea, Ortega recomienda hacerse una prueba para conocer su problema y establecer las pautas más convenientes. No obstante, “en general, las personas que no digieren bien la lactosa pueden digerir mejor el yogur (gracias a la acción lactásica que realizan sus microorganismos vivos durante la fermentación)”.
El yogur como probiótico
El yogur es un probiótico por sí mismo, cuentan las expertas en Nutrición. En concreto, “es el producto de la fermentación con la leche de las bacterias Lactobacillus bulgaricus y Streptococcus thermophilus. Estas bacterias entran en acción con nuestra microbiota intestinal favoreciendo la mejora de la acción protectora en el sistema digestivo, ayudándonos a tener una buena salud intestinal. Asimismo, contiene proteínas de alto valor biológico, aporta calcio, vitaminas del grupo B y vitaminas liposolubles como la A y la D”, relata Villarino.
Por añadidura, indica la catedrática de la Complutense, “el yogur puede ser un buen vehículo de probióticos y son aconsejados durante y después de un tratamiento con antibióticos o por algún otro problema”.
Aumentar la ingesta en la población para obtener beneficios
Según Ortega, “salvo en algunos individuos, el consumo medio de yogur en muestras representativas de la población de nuestro país es de 0,7 unidades por día. Dado que el consumo de lácteos es menor del aconsejado en más de la mitad de la población, el consumo de yogur podría ser aumentado para conseguir un beneficio nutricional y sanitario”.
“En nuestras manos está mejorar las cifras de consumo de yogur. Existen pocos alimentos que en un volumen tan pequeño consigan unos beneficios tan demostrados”, concluye Villarino.
Fuente: Cuídate plus
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