Copa de vino tinto con uvas (Unsplash)En primer lugar hay que tener en cuenta que existen numerosas regiones vitivinícolas y cada una de ellas puede tener varios tipos de uva, por lo que depende del tipo de plato sabremos qué clase de vino hay que elegir.
Lo más importante es tener claro que no cualquier vino acompaña bien a cualquier plato. Los platos contundentes combinan mejor con vinos con cuerpo, con buenos taninos y bien estructurados para que en la boca exista un buen equilibrio y se potencien los sabores de ambos.
Para un pescado, la mejor opción podría ser tomarlo con un tinto cabernet si el tanino del vino está maduro y es un pescado a la brasa. Eso sí, no existe una única opción y también dependerá del tipo de cocción de los platos. Por ello, es muy importante que tengamos en cuenta que en muchos casos no conocemos exactamente lo que vamos a comer previamente, por lo que es mejor hacer una elección sencilla.
La denominación de origen tiene que ver con la cultura vitivinícola, pero esto no asegura que todos los vinos sean iguales. En gran medida depende de la cosecha, y el año climatológico es fundamental para la calidad y para las características de los vinos. Todo esto se refleja en bodegas pequeñas más que en vinos de parcelas de gran volumen.
El vino que suele gustar a una gran mayoría de la gente es el blanco, sobretodo para las personas no acostumbradas a beber vino. Esto es debido a que son más fáciles de beber. Lo importante es disfrutar de la bebida y de los distintos sabores y formas de disfrutarla.
Eso sí, a la hora de comprar un vino lo más importante es que sepamos sobretodo con quién, con qué y dónde vamos a tomar ese vino. Todas estas condiciones determinarán el éxito de la compra debido a que se trata de factores que nos llevan a circunstancias diferentes en cada caso. Pero todo esto es vital para lograr que a todo el mundo interese el vino que hemos adquirido y pueda maridarlo sin problemas en el paladar.
Fuente: Cinco Noticias
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